Te encontré.

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———ᡣ𐭩⋆˙°⋆.ೃ࿔*:・———
Himaru's pov:

Al caminar un rato más me encontré con una puerta algo oxidada, la cual estaba cerrada con llave, al intentar forcejear con ella por un rato me di cuenta que esa cosa no se iba a mover ni en un millón de años, así que me puse a pensar un poco, intentando pensar en una solución, al final se me ocurrió un clásico; el truco del pasador de pelo.

Me quité mi pasador y lo introduje a la cerradura, después de hacer unos movimientos pude abrir la puerta.

Al caminar me topé con otro pasadizo, este estaba menos estrecho que el anterior, así que entré con un poco de facilidad.

Saliendo de ahí me topé con una última puerta, esta solo se podía abrir con un código.

Intenté algunas cosas, como el cumpleaños de Lilith o el aniversario del restaurante, pero no, no podía.

Un rato después, escuché unos pasos dirigirse hacia donde yo estaba.

Saqué la navaja que traía guardada en mi bolso, esperando al individuo.

En eso, escuché una voz masculina a mis espaldas.

"—¡Oh! No pensé que tendríamos.. invitados..—"

Al voltearme, vi un integrante de la secta entrar al cuarto, cuando el me vió lo primero que hizo fue sacar su arma, la cual era un machete algo oxidado e correr hacia mi.

Esquivé algunos golpes que me intentó dar, pero el encapuchado finalmente logró hacerme una leve herida en la pierna, lo que hizo que suelte un quejido de dolor.

—¡JAJAJA! ¿Que te parece eso, perra? ¡PFFT!— se burló el chico encapuchado.

Al notarlo un poco distraído le aventé la navaja en la cara, la cual cayó en su ojo, causando de de un grito muy fuerte de dolor, aproveché para tomar su machete, el cual había dejado caer al suelo por el dolor.

—¡AHHHH! ¡MI OJO, MIERDA, NO VEO NADA!— chilló mientras se intentaba sacar la navaja.

Lo tomé de la nuca, quitándole la capucha, revelando al.. ¿al hijo del sacerdote, Lex? y puse el machete muy cerca de su cuello

—Ok pedazo de estúpido, mira, de por si mi noche está yendo de la mierda, así que por favor.. responde bien si no quieres quedarte sin el otro ojo, ¿cúal es el código?— grité histéricamente, jalándolo del pelo.

— 200100..— murmuró el chico, aterrado

Ingresé el código, esperando que si sea el correcto, y si, lo era, ahora el problema era.. ¿Qué se supone que tengo que hacer con el..? El chico ya había caído inconsciente, por el dolor..

Obviamente no lo podía dejar libre, ya que va a ir de chismoso con Jeremy, pero.. no lo quiero matar, no soy una asesina, no lo soy.

Por alguna razón las ideas más enfermizas empezaron a aparecer en mi cabeza, por alguna razón escuchaba a alguien diciéndome;

"Corta sus piernas, o rómpeselas"

"Pégale en la cabeza con el machete, a nadie le va a importar"

Deadly Make-Up! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora