Vivir con Link no era tan horrible como el príncipe esperaba, pero seguía siendo desagradable: era una absoluta delicia tener al hyliano cerca siempre que hubiera otras personas presentes, interpretaba a la perfección el papel de concubina tímida y silenciosa, pero en cuanto tenía la oportunidad de dejar de actuar, se burlaba del príncipe, incluso obligándose a saltar sobre una sola pierna durante todo un pasillo en ciertas ocasiones, y procedía a decir estupideces sobre cualquier cosa que Sidon hiciera durante el día.
Sinceramente, estaba aprendiendo a filtrar todos los comentarios negativos, pero hoy... dulce Hylia, le estaba poniendo los nervios de punta.
¡Y pensar que cooperaron casi lo suficiente para un objetivo común!
De alguna manera lograron construir un sistema para hablar entre ellos durante los consejos, las orejas de Link eran una herramienta poderosa en eso: las dos orejas hacia abajo traducían 'no' cada vez que alguien sugería algo a Sidon, las dos orejas apuntando hacia arriba significaban 'adelante' y una sola hacia abajo 'pedir más información'. Quizá no fuera la forma más eficaz de tratar sus problemas actuales, pero ayudaba. Era un poco embarazoso cambiar de opinión tan a menudo durante una sola discusión y no añadía mucho a su dignidad tener que excusarse de vez en cuando cada vez que Link claramente quería hablar con él, pero... funcionaba.
Incluso si los planes de Link eran, al menos sobre el papel, terribles.
Maldición, ni siquiera sabía cómo el hombrecillo le había convencido de poner un cebo a los Orni en la Laguna Aroney, una jugada increíblemente arriesgada teniendo en cuenta lo frágiles que eran sus fronteras, pero -de alguna manera increíble- sus planes absolutamente desconcertantes con globos oktorok y redes... les ofreció una ventaja tan necesaria para avanzar y retener parte del territorio.
Las Gerudo subestimaron lo necesaria que era su presencia en la cima de los acantilados, dejando el control sobre todo a la raza aviar, y eso ayudó a recuperar la Meseta de Attay y Monte Agra, ambas excelentes posiciones que ofrecían a los zora una posición ventajosa.
Y pensar que casi le gritó al hyliano cuando sugirió preparar dos conjuntos de redes detrás de los arqueros, uno para ser disparado normalmente con arpones a niveles más bajos para hacerles saber que podrían esquivarlos fácilmente y el otro... simplemente disparado con globos atados a él, vagamente unidos a flechas gigantes destinadas a caer tan pronto como los trozos de oktorok se inflaran. Los informes decían que los Orni claramente no esperaban que la segunda oleada de redes llegara tan alto ni que se mantuvieran a flote y se estrellaron contra ellas como unos cardúmenes presos del pánico.
Casi deseaba haber estado allí para verlo, pero en cuanto pensó si podrían repetirlo en el futuro, dándole tiempo a alcanzar una posición en la que pudiera supervisar la batalla... la idea se desechó de inmediato.
Había habido más bajas de las previstas y el ánimo de Link se desplomó en cuanto oyó que había caído el líder de una de las unidades hylianas. Sin embargo, no hay comentarios, ni una sola palabra- y, de alguna manera, eso era peor que las bromas ofensivas constantes de Link.
Sólo estaba el rítmico golpeteo de su bastón resonando en toda la habitación mientras el otro trabajaba con lo que fuera que considerara tan importante en ese momento y... no estaba bien. Más que nada porque los planes de Link eran tan absurdos que quería que el hyliano se los explicara antes de permitir su ejecución.
—Entonces...
El príncipe no sabía qué lo poseyó exactamente cuando salió de su piscina de descanso para acercarse al otro, no era su problema si Link estaba de pésimo humor. Oh, ¿a quién quería engañar? Claro que era relevante, ¿y si el hyliano estaba demasiado ocupado lamentándose como para transmitir adecuadamente el siguiente paso para la conquista de Farone?
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'TIL DEATH DO US PART (AND THAT MOMENT CAN'T COME SOON ENOUGH)
FanfictionUna cosa es estudiar estrategias de guerra a través de un libro, otra es aprenderla en el campo de batalla. Cuando Sidon se da cuenta que, tanto él como su gente, realmente corren el riesgo de perder la guerra, se encuentra confiando en la sabiduría...