No es. Tu. Caballo

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—¡Maldita sea, Link Link!

Sidon esperaba ver a Muzun entrar en su habitación, no a una criada hyliana de pelo rubio y postura de guerrera que se limitó a... gritar nada más entrar. Tampoco esperaba ver a Link dar un respingo como si le hubieran pillado con las manos en un tarro de sardinas y saludarla con una sonrisa tan tímida que, por un momento, dudó de que aún tuviera a su lado al hyliano sangrante que conocía y no a un alienígena que de repente lo poseía.

Fue un alivio cuando el anciano la siguió con una bolsa de cuero en su mano libre, al menos sabía que la mujer probablemente tenía una razón válida para estar allí.

—Lo siento mucho...

Vale, estaba claro que no era el centenar el que hablaba, sino una especie de doble, ¿por qué su piel cambiaba de color y se volvía roja? ¿Era una reacción hyliana natural a algo? Nadie más parecía alarmado por eso, así que no dijo nada ni se movió.

—¿En qué estabas pensando?

Link pareció volver a la realidad y recordar que Sidon estaba allí en el momento en que lo señaló con el dedo. Y pensar que el príncipe incluso se molestó en tumbarse a su lado para vigilar la herida sangrante hasta que llegara la ayuda... y las almohadas eran una pesadilla para su aleta craneal.

—Alguien intentó matarlo, tenía que hacer algo.

Tanto Muzun como la chica desconocida se detuvieron en seco, miraron rápidamente a Sidon y luego se posicionaron al lado de Link, sentándose cerca de donde estaba la herida y empezaron a revisarla mientras Link continuaba:

—Me tiró un pez y en cuanto lo acerqué a mi nariz pude oler la Pasta de Terciopelo en su interior. —El anciano se estremeció ante lo mencionado, probablemente había oído hablar de tal veneno antes—. Fue como una bomba de tiempo, que sea diez minutos o media hora, tan pronto como el veneno dentro del pescado golpea el sistema- no más Rojo.

A Sidon no le gustó como Link simplemente dijo eso como si nada.

—Hablamos de una muerte espantosa y dolorosa... —musitó el anciano mientras la mujer inspeccionaba la herida de su amigo, el príncipe no quería investigar que significaba o como se suponía que le afectaría el veneno.

—Sí, bueno, de todas formas, puedes probarlo tú mismo, hice que Rojo cogiera un poco de su cena antes de salir y estoy seguro de que encontrarás esa mierda dentro. Oh, espera...

—Ya estamos planteando bastantes preguntas, la idiotez tiene un límite y Servilia sin duda lo está sobrepasando, centenar Link.

El hombre se giró para mirar a Muzun con el ceño fruncido, pero antes de que pudiera terminar bien su comentario, Sidon lo vio sobresaltarse cuando la mujer le clavó una aguja en la base del cuello.

—¡Ouch! ¿Qué demonios?

—Tengo que suturar esta herida y te va a doler, pensé que agradecerías un poco de anestesia.

—¡Podrías haber preguntado! Prefiero estar lúcido, ¿sabes?

—Precisamente por eso no pregunté, me lo agradecerás mañana.

Resopló recostándose bien sobre su costado y dejando que ella le clavara más agujitas por todo el hombro, fue entonces cuando pareció darse cuenta de que nadie se molestaba en presentarse.

—Bien..., Rojo, esta es Tetra, mi especie de hermana que no es mi hermana en absoluto. Simplemente... sucedió. Ella era una de mis.... los que estaban justo debajo de mí en mi unidad. Ni siquiera me dijo que venía aquí... lo cual no está mal, Gan también es un buen líder, sólo que no entiendo por qué llevas una cortina. —Sidon parpadeó, mirando fijamente al hombre, su habla era cada vez más entrecortada y de alguna manera Link parecía luchar por mantener la conversación coherente, ¿qué le había dado?—. Tetra, este es Rojo, probablemente has oído hablar de él. Grande, ruidoso, no tan malo como pensábamos... Un bebé grande.

'TIL DEATH DO US PART (AND THAT MOMENT CAN'T COME SOON ENOUGH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora