"Rivalidad"

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-Lo siento tanto por el Maestro Fu

Marinette había atacado a uno de los hombres sin saberlo inocente. Esto provocaba perder sus poderes dependiendo de la magnitud del ataque.

Al ser solo un leve golpe, Marinette perdería sus poderes durante un mes. Y eso era terrible porque el mal jamás se detenía.

-No te preocupes -Sonrió Tikki -Escogerá a otro portador para que proteja París en tu ausencia.

-Hace un tiempo me hablaste de otros miraculous. -Dejó sus apuntes. -Cuéntame, ¿hay muchos?

-¡Claro que los hay! -Exclamó -exisye el del gallo, el del perro, el de la tortuga. Todos ellos son muy valiosos pero el tuyo es el principal. Porque puedes reparar todo lo que se destruye.

-Nunca he usado ese poder... -Recordó

-Porque nunca ha sido necesario. Además de que el no hay portador para el miraculous del gato y-

-¿Miraculous del gato? -Parpadeo confundida.

-Si, aparte de tu miraculous, el del gato también es súper valioso. Porque es lo opuesto a ti.

-¿Eh? ¿Destruye? Se escucha peligroso.

-Solo en manos equivocadas. -Tomó una galleta. -No te preocupes, el maestro Fu no desea que ese miraculous este en manos de nadie por el momento.

-Entiendo -Sonrió

-¡Marinette! ¡Hija! ¡necesito que vayas por azúcar! -Escucho a su padre.

-¡En un momento! -Grito -Vamos Tikki.

La chica bajo hacia la cocina donde su padre le entregó el dinero. En su camino a la salida escucho un trueno y agarró su paraguas para salir de allí.

Camino tranquila debajo de aquella lluvia hacia la pequeña tienda donde la atendió el clásico hombrecillo de siempre.

-Señor Fu, buenas tardes. -Sonrió  este le devolvió la sonrisa.

-Marinette, bienvenida, ¿que necesitas?

-Azúcar -Escucho como la lluvia se intensificaba. -Parece que el cielo quiere caerse hoy. -Removió las gotas de su abrigo.

-La lluvia puede ser más hermosa de lo que imaginas. -Dejó la azúcar frente a ella. -Puede crear recuerdos inolvidables.

-Si -Saco el dinero cuando algunas monedas calleron al suelo. -Oh -Se agachó para recogerlas.

-Aquí tienes -Escucho una suave voz y observó a un chico.

Sus ojos eran de un azul intenso igual que su cabello. Y su pálido tono de piel le llamó la atención. Nunca lo había visto.

-Gra... gracias -Susurro sintiendo un calor leve en sus mejillas.

-No te preocupes -Observó al señor. -Gracias por dejarme quedar. Debo irme.

-No puedo dejarte ir así y menos en esa moto con semejante lluvia. Quédate un rato más.

-Le escribiré a mi padre.

Se dio la vuelta y Marinette no alejó su vista de el. Era alto y sumamente guapo.

-Marinette -Llamó despertandola de su sueño.

-¿Que? -Recordó el azúcar. -¡Cierto! -Le pagó. -Gracias -Sonrió para regresar su vista al chico.

Sabía que debía irse pero no quería.

-Entiendo, en una hora estaré en casa. -Se veía un tanto incómodo. -Nos vemos. -Colgó.

Tomó aire para luego expulsarlo y regresar su vista hacia ella. Las piernas de Marinette temblaron ante su mirada.

Debes ser Mía 🥀 -LadyNoir / Lukanette [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora