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☾ Capítulo 2; Luna nueva ☽

Nie HuaiSang nació una fría noche otoñal, bajo la oscuridad de la luna nueva y envuelto por la calidez familiar.

La ausencia de sus gritos y lágrimas había preocupado a la partera, pero su corazón latía fuerte y seguro.

Nie MingJue, su hermano mayor, recordaría para toda la vida los ojos grandes y negros que esa noche le devolvieron la mirada.

—Este es tu hermano, Mingjue —había dicho la madre de Huaisang esa noche—. Es muy pequeño aún, así que tienes que tener mucho cuidado con él.

Al cargar al pequeño ser que le miraba con total atención, Nie Mingjue se prometió que nunca permitiría que daño alguno le tocara.

En ese momento él mismo había sido un niño, y su promesa algo ingenua. Los primeros años habían sido dulces, incluso con los berrinches y los gritos, pero la tragedia golpeó inevitablemente a la secta Nie.

La madre de Mingjue, madrastra de Huaisang, falleció cuando Mingjue tenía 13 años y Huaisang 5, a causa de una enfermedad que había acabado con su salud de manera rápida y repentina. La mujer siempre había tenido una apariencia algo ruda y unas habilidades inmensas de cultivo, pero la enfermedad le había ganado.

Eso fue el comienzo de un duro episodio de dolores y tensiones para los Nie, pues había empujado al líder de secta a los comienzos de una afección propia de la secta. Episodios de ira y turbulencia emocional afectaron al hombre e inevitablemente su relación con su segunda esposa y hijos.

Aún así, Mingjue buscó mantenerse fuerte y siempre que podía, buscaba escudar a su hermanito de la ira de su padre.

Cuando pasaba por algún puesto del mercado, el heredero de la secta compraba pinceles, pinturas o dulces para su hermano, quien parecía disfrutar intensamente del arte (o bueno, garabatos tal vez).

Por su parte, Mingjue ya era un poco más grande y gracias a su esfuerzo, a su corta edad ya participaba en cazas nocturnas y otras actividades de la secta. Ya había tenido un par de años atrás la ceremonia en la que se le otorgó su sable y Baxia era su fiel compañera.

Una tarde, su padre le pidió que entrenara con él. En aquella ocasión, Mingjue logró por primera vez vencerlo en batalla amistosa. Desde su posición vulnerable, la expresión del hombre se relajó.

—A-Jue —comenzó suavemente su padre.

Un tono que no le había escuchado usar en mucho tiempo.

—Eres un digno heredero de la secta Nie y quiero que continúes protegiéndola como hasta ahora lo has hecho.

Mingjue frunció el ceño, sintiéndose orgulloso ante el significado de las palabras, pero intranquilo ante su tono. Le ayudó a levantarse al mismo tiempo.

—Ve a buscar a tu hermano para cenar.

Algunos meses después, en una conferencia de caza nocturna entre sectas, su padre sufrió una desviación de Qi y Mingjue presenció la descarada culpabilidad que Wen Ruohan.

No actuó al respecto, sabiendo que no podía enfrentar el monstruo en el que se había convertido la secta Wen y que tenía una prioridad antes de vengar a su padre, proteger a su hermano.

Alóoo

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Alóoo.

Primero que nada, una disculpa si estás aquí y comenzaste a leer esta historia hace mucho tiempo. Para mi mucha vergüenza, esta historia tiene 3 años con 2 meses y apenas dos capítulos. 😪

En fin, esto de darle tiempo a las cosas se sienten insignificantes como mis hobbies en esta sociedad capitalista siempre me ha sido muy difícil y apenas estos días ando retomando el ser una persona y así.

Es una actualización corta, pero ya tengo terminado otro capítulo, así que espero que sea el comienzo de un proceso constante.

Mingjue es un bebé y aunque pensé hacer un poco distinto la cuestión de las relaciones, al final me decidí por la familia poliamorosa feliz (algo así ). 💕

En fin, mucho texto. Eso es todo, cualquier comentario no dudes en dejarlo, porque igual eso me anima a continuar.

—dwarfstar.

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