Todo en su vida había sido así de espontáneo, siempre.
Supo al instante lo que quería hacer toda la vida, por eso se graduó tan joven. También había sido muy comprensiva, sobre todo consigo misma, desde que su familia le dio la espalda por admitir su orientación sexual, por lo que no se permitió entrar en pánico cuando supo que sus sentimientos por aquella hermosa paciente eran tan reales, aún cuando pudiera arruinar toda su jodida carrera a causa de su falta de ética latente.
Había actuado al instante y había triunfado, porque lo que había obtenido al lado de Kim Dahyun era irreemplazable.
Orgullo.
Eso es lo que sentía desde que había unido su vida con ella en su linda y sentida relación que tanta felicidad le brindaba con cada día, porque había ido por ella y por primera vez se arriesgó a creer en una relación, sin importarle la supuesta negativa que pudiera obtener sobretodo de parte de la obstinada sociedad en la que vivían, quizás algo en su interior lo supo desde un principio, ella era la correcta.
Se sonrió con sus pensamientos.
Se había vuelto una ridícula sentimental desde que admitió que estaba enamorada de Kim Dahyun, su ex paciente y su actual pareja desde hacía exactamente cuatro años, ese preciso día.
“Ella conquistó todo su mundo” pensó la nipona, deslizando la mirada del inicio del podcast en su teléfono para apreciar aquel cielo adornado con un precioso arcoiris, mientras dejaba su consultorio esa tarde de miércoles repleto de nubes grises, blancas y anaranjadas, y de calles húmedas, después de un día completo de tormenta primaveral en Seúl.
Hirai Momo se subió a su auto, ansiosa por regresar a casa. Veinte minutos eran suficientes para poder oír un animado podcast ¿o no? Dejó su laptop en el asiento de atrás, conectó el móvil al reproductor del auto y emprendió el viaje de regreso con la introducción del programa.
—¡Hey, buen miércoles para ti en donde sea que te encuentres! Mi nombre es Kim Dahyun y estamos aquí con Jeongyeon, como siempre. Unnie, di hola a nuestra audiencia predilecta —Le acompañó con una risilla simpática.
—Hola, mi nombre es Yoo Jeongyeon. —Apareció su amiga en los altavoces.
A Momo aún se le dificultaba acostumbrarse a oír a una animada Jeongyeon en un programa que oían tantas personas en cada capítulo nuevo de la semana, por lo que oírles siempre era refrescante para la licenciada. Admiraba la valentía y la superación ajena.
—¡Y esto es… —Redoble de dedos ansiosos. Momo no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en sus labios.
—“¡Closet Door!” —corearon el par que se había presentado, anteriormente.
Momo no podía evitar sentirse orgullosa cada vez que las oía. Claro que no, ambas habían escalado tan grande en su vida, que solo podía gozar de admiración.
ESTÁS LEYENDO
Don't Blame Me || Dahmo
FanfictionDahmo> "No, nadie podía juzgar a Kim Dahyun por conocer el amor de modo intempestivo a solo tres meses de contraer matrimonio con su novio de la adolescencia, siquiera si lo hacía en los brazos y por los besos de Hirai Momo, su terapeuta" • Momo ||...