En el corazón de la Fortaleza Roja, las torres de piedra maciza y los pasillos fríos y oscuros resguardaban no solo el trono de hierro, sino también los secretos y sufrimientos de sus habitantes. Entre las imponentes murallas y las intrincadas decoraciones de los salones, se encontraba la reina Helaena Targaryen, una figura frágil y ensimismada que había aprendido a encontrar consuelo en los pequeños detalles de su entorno. Helaena, a menudo vista como una rarita por su familia y cortesanos debido a su comportamiento introspectivo y su fascinación por los insectos, se refugiaba en la observación minuciosa de las criaturas diminutas que habitaban la fortaleza.
Desde la tragedia que envolvió la pérdida de su pequeño Jaehaerys, el corazón de Helaena se había sumido en una tristeza profunda y un sentimiento de aislamiento abrumador. La reina, que nunca había sentido amor ni simpatía por su esposo, el rey Aegon Targaryen, encontraba su situación aún más desoladora ahora que él había quedado lisiado en una batalla reciente. Aegon, un hombre entregado a la bebida y el desprecio, no había sido más que una fuente constante de dolor y desprecio para Helaena. Su matrimonio, un arreglo político sin verdadero vínculo afectivo, solo servía para acentuar su deseo de escapar de la sombría realidad que la aprisionaba.
En su solitaria rutina, Helaena se perdía en el tejido, creando intrincados patrones que reflejaban su mundo interior, y en los juegos con su pequeña hija Jaehaera, su único consuelo en medio de la desdicha. En su mente, anhelaba un escape romántico y audaz, soñando con el día en que un caballero de armadura reluciente, montado sobre un majestuoso dragón, la rescatara de su tormento, como en los cuentos de hadas que leía de niña.
Lo que Helaena no sabía era que su rescate no vendría en la forma idealizada de sus sueños, sino de una manera mucho más inesperada. En los confines del reino, la legítima reina Rhaenyra Targaryen, medio hermana de Helaena, estaba al tanto del sufrimiento que su hermana padecía. Consciente del tormento que envolvía la vida de Helaena y movida por un sentido de justicia y compasión, Rhaenyra decidió actuar. Ordenó a su hijo, el valiente y noble príncipe Jacaerys Targaryen, que emprendiera una misión secreta para rescatar a Helaena de la opresión y el desdén que la mantenían cautiva en la Fortaleza Roja.
Jacaerys, conocido por su destreza y valentía, no dudó en aceptar la tarea encomendada por su madre. Con su dragón a su lado y un firme propósito en su corazón, el joven príncipe se preparaba para enfrentar los peligros y desafíos que le aguardaban en su misión de rescate. Para Helaena, el rescate que tanto anhelaba estaba más cerca de lo que imaginaba, y la llegada de Jacaerys traería consigo no solo la posibilidad de libertad, sino también un rayo de esperanza en un mundo que hasta ahora solo le había ofrecido oscuridad y soledad.
Así, en los confines de la Fortaleza Roja, se tejía una historia de redención y valentía, donde los lazos de sangre y la fuerza del espíritu se entrelazaban en una trama llena de intriga, pasión y esperanza.
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𝔼𝕝 𝕡𝕣𝕚𝕟𝕔𝕚𝕡𝕖 𝕪 𝕝𝕒 𝕞𝕒𝕣𝕚𝕡𝕠𝕤𝕒 (Jacaerys x Helaena) 🦋
FanfictionLa reina Helaena Targaryen se sentía profundamente cansada y sola desde la tragedia que había sufrido con su pequeño Jaehaerys. La situación se agravaba ahora con la lesión de su esposo, el rey Aegon, en la batalla. En esos días sombríos, encontraba...