Besondere // Gakuen Alice

Mi vida

"¿Por qué algunas personas están destinadas a brillar con luz propia, mientras que otras están condenadas a vivir en la sombra de los demás?"

⭐⭐⭐

Nací en una familia que no era como las demás. Mis padres eran fríos y distantes, y nunca parecían interesarse en mí. Me trataban como si fuera un objeto, no una persona. Me gritaban y me pegaban por cualquier cosa, por mínima que fuera. Sentía como si estuviera viviendo en un infierno. No tenía amigos, no podía confiar en nadie. Ellos me mantenían aislada de los demás niños y eso siempre me hizo sentir sola y confundida.

¿Por qué no me amaban? ¿Qué es el amor? Me preguntaba constantemente.

Pero un día, todo cambió. Estaba en mi cuarto, sumida en mi habitual soledad, rodeada de las paredes que parecían cerrarme en un mundo propio.

Mi voz sonó diferente, más melodiosa y aguda, como si hubiera descubierto un nuevo tono. Mientras miraba por la ventana, vi a mi vecino jugando con su hermano en el jardín, sus risas y gritos de alegría me llegaban como un eco lejano. Sin pensarlo dos veces, lancé un grito: "¡Entren a su casa!". Para mi sorpresa, lo hicieron sin dudarlo, con rostros confundidos y curiosos.

En ese momento, comprendí que mi voz tenía el poder de controlar a los demás. No entendía cómo ni por qué, pero sentí una sensación de asombro y temor ante este descubrimiento. Mi vida cambió en ese instante, y no sabía hacia dónde me llevaría este nuevo poder. Sentí un escalofrío en la espalda, como si hubiera despertado algo que estaba dormido dentro de mí.

Pero mi miedo hacia mis padres me impidió usar mi poder con ellos. Me paralizó el temor a que me descubrieran y me castigaran aún más. Así que lo mantuve en silencio.

Pero un día, alguien me vio. No sé cómo me descubrieron. Pero sé que me vieron, y que me reportaron a mis padres.

Ellos se enfurecieron, tanto que me gritaron y me golpearon con más fuerza de lo normal. Me dijeron que estaban acabados, que nos separarían y que todo era mi culpa. No entendí en ese momento, pero solo supe que mi poder era peligroso, que debía mantenerlo en secreto.

Así pasó el tiempo, nos mudamos muchas veces a lo largo de un año. Y cuando cumplí nueve años, recibí una carta de una academia. Me decían que me habían aceptado, que me querían en su escuela. Me sentí confundida y asustada, pero también me sentí atraída. Quizás esta era mi oportunidad para empezar de nuevo, para dejar atrás mi pasado y crear un futuro mejor.

¿O tal vez no?

Me preguntaba si era posible que alguien como yo, con un poder tan extraño y peligroso, pudiera encontrar un lugar donde pertenecer.

Pero algo dentro de mí me empujaba a aceptar el reto. A dejar atrás mi miedo y mi inseguridad. A descubrir qué era capaz de hacer con mi poder. Y así, con una mezcla de emociones encontradas, decidí aceptar la oferta de la academia. No sabía qué me esperaba allí, pero estaba lista para enfrentarlo. Estaba lista para descubrir quién era yo realmente.