Extraños

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"La soledad es el espacio donde el alma encuentra su verdadera voz".

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Mi cuerpo se movía de manera ligera y suave, escuchaba el ruido de las ruedas y las calles alborotadas. Había despertado después de caer rendida en los brazos de aquel hombre rubio y sabía que aún estaba a mi lado, pero temía abrir los ojos. Todo fue tan rápido, creo que no pensé bien las cosas y me dejé llevar.

-Se que estás despierta, pequeña-. una voz dulce me hizo saltar en mi lugar. Me descubrio sin siquiera darme tiempo a pensar.

Abrí los ojos lentamente y parpadeé acostumbrándome a la luz. Como supuse, él estaba a mi lado y otro hombre de pelo negro conducía. Mentiría si dijera que no estaba asustada. Mi cuerpo se tensó y tembló de solo pensar que me harían daño.

-Cariño, no temas, desde ahora todo estará bien. Por cierto, aún no me he presentado-. De la nada, tomó mi mano y la besó. -Soy Narumi Anju, seré tu nuevo profesor y el encargado de que llegues bien a la academia-. Lo miré desconfiada, alternando la mirada entre él y el conductor. -¡Oh, claro! Él es Misaki, será tu profesor de biología.

-Ya veo....

-Entiendo que estés sorprendida con tanta belleza.-Peinó su cabello hacia atrás de manera exagerada. -No te preocupes, puedes pedirme ayuda cuando lo necesites y...

-Narumi, no hables estupideces, déjala descansar, me imagino que debe estar exhausta-.Habló el conductor, o Misaki, como lo llamó el hombre rubio.

Ambos comenzaron a discutir sobre cómo tratarme, pero dejé de prestar atención. Todo era raro, sus actitudes, que no preguntaban por mis padres o mi estado físico, de hecho, creía que estaban intentando evitar el tema, pero de una manera extraña. Sus personalidades eran extrañas y eso me puso ansiosa.

¿Todos eran así en esa academia? Y si no encajaba, ¿qué pasaría? O quizás, ¿me estaban llevando realmente a la academia? Y ese último pensamiento me alteró. Mi piel se erizó y sentí como la bilis me subía.

Confirmé que siguieran conversando y tomé la manija de la puerta para darme cuenta de que no tenía seguro, así que esperé silenciosamente.

-Akira, tu nombre es muy lindo, ¿sabías que significa luz brillante?-. Pregunto Narumi mientras me sonreía en grande.-Yo te veo y la verdad, pequeña, ¡mis ojos se nublan de tanta luz!-. Exclamó mientras movía sus brazos.

-No asustes a la niña, hombre, eres un jodido pervertido-. Se quejó Misaki.

-¡Oye!-. Ambos comenzaron su discusión otra vez.

Esperé atenta a que el auto se detuviera, conté los segundos y los minutos, mi corazón comenzó a latir con rapidez y mis palmas sudaban, hasta que llegó, el auto se detuvo en un rojo y mientras ellos seguían discutiendo, abrí la puerta sin pensarlo dos veces y corrí sin mirar atrás.

Sus gritos se escuchaban más lejanos, mi cuerpo estaba cansado pero seguí corriendo, yo no sería llevada a ningún lado, me iría por mi cuenta y sobreviviría, conocería el mundo con mis propios ojos y aprendería de la vida, todo lo que mis padres me quitaron, esta era mi oportunidad. Pero unos fuertes brazos me alzaron cuando estaba a punto de cruzar la vía principal.

-¡Te tengo! Corres muy rápido, chica, y eso que estás muy delgada-.Era Misaki, quien me sostenía de los brazos mientras yo pataleaba.

-¡Sueltame! No quiero ir con ustedes, ¡Ayuda!-. Grité desesperada cuando vi a Narumi llegar secándose el sudor de la frente.

-¡Dios!, no me esperaba eso.-Se acerco a mi cuando Misaki me dejó en el suelo-Entiendo que tengas miedo Akira, aún no te he contado nada de la academia, pensé que no querías hablar del tema, pero veo que eso te causó temor, perdóname pequeña, volvamos al auto y hablaremos de todo lo que quieras-.Su sonrisa era linda y me hizo arrepentirme de mi acción anterior, pero no podía confiar del todo, los adultos mienten, siempre lo hacen.

-Vamos chica, dejamos el auto tirado-. Misaki tomó mi mano junto a Narumi, seguramente para asegurarse de que no correría de nuevo. Una vez en el auto, el ambiente se tensó un poco y el rostro de ambos mostraba seriedad.

-Bien, con solo verte y ver la reacción de tus padres puedo entender por lo que has pasado, no te preguntaré nada a menos que tú quieras contármelo, no hay presiones-. Habló Narumi, mientras sacaba un jugo y unas galletas de una mochila que no sé de dónde sacó.

-La academia Alice recibe solo a personas especiales, que tengan habilidades únicas, como volar, leer la mente, crear cosas, entre otras. En tu caso, puedes manipular a las personas con tu voz, ese es tu alice, es por eso que fuiste elegida para entrar a la academia-. Continuó Misaki.

-Así es, tienes un alice increíble y peligroso a la vez, especialmente porque no sabes utilizarlo, así que la academia te enseñará todo lo necesario para que lo controles-. Finalizó Narumi.

-¿Existen otros como yo?-. Pregunté cohibida, la verdad sonaba todo tan irreal que me hacía dudar, ¿cómo era posible hacer esas cosas?

-¡Por supuesto que sí! Y serán tus amigos si te lo propones, Akira es muy linda-. Me animó Narumi, mientras acariciaba mi cabeza.

-Y loca-. Secundó Misaki, pero fue golpeado por Narumi.

Supongo que tendré que adaptarme a este mundo extraño, pensé.

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⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

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