Nuevo comienzo

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⭐⭐⭐

"Nos han descubierto", escuché que mi madre decía. "No podemos dejar que Akira vaya allí".

"Tenemos que salir de aquí ya", respondió mi padre. "No podemos perder ni un minuto, si nos descubren, todo se acabará".

Yo sabía que no era la hija perfecta, pero no podía evitar sentir que me estaban castigando injustamente.

Me sentía atrapada, sin salida.

La discusión se prolongó durante horas, hasta que finalmente mis padres decidieron que partiríamos en la madrugada. Ya no llevaba la cuenta de cuántas veces nos mudábamos.

Esa noche, mis padres se enfurecieron conmigo y me golpearon hasta que me quedé sin aliento. Sentí como si estuviera muriendo. El dolor era intenso y me sentía impotente.

Después de ese incidente, me encerré en mi habitación y no salí hasta la mañana siguiente.

Mientras terminaba de guardar las cosas del comedor en cajas, golpearon la puerta. Confundida, me acerqué, pero no abrí. No esperábamos visitas y, de hecho, estábamos huyendo.

Así que, de manera lenta, abrí la puerta y me encontré con unos hermosos ojos azules que, al verme, se ampliaron.

"No puede ser" lo escuché susurrar.

Era un hombre, muy hermoso y con su rostro contraído en preocupación. No entendí por qué hasta que caí en cuenta de mi estado físico.

"Hola, ¿necesita algo?" pregunté tímidamente. La verdad, me hacía una idea, pero temia equivocarme e ilusionarme.

"¿Tus padres…?" no terminó de preguntar cuando sentí que me empujaban bruscamente de la puerta hasta caer sentada, con dolor y vergüenza me levanté y seguí con lo mío, pero sentí en todo momento la mirada de aquel hombre.

"¡Vete de aquí! No queremos nada, sal", mi padre estaba enfurecido, quizás pensó lo mismo que yo, eran de la academia. "No hay nada que ver, hombre, sal de mi casa, ¡hey!".

Levanté la mirada y me sorprendió ver al hermoso hombre a mi lado, me tomó un tiempo procesar que me estaba revisando las heridas, me aparté asustada, nadie me había tocado aparte de mis padres y esos solo eran golpes, así que temblé del miedo sin querer y él lo notó.

Vi su mirada oscura y sin previo aviso me tomó en sus brazos. "¡Espere, señor!", intenté soltarme, pero me sostuvo más fuerte.

"¡Alejate de mi hija! Llamaré a la policía", mi madre intentó golpearlo, pero él lo esquivó y se dirigió a la puerta con total serenidad.

"Háganlo, veremos quién pierde más", antes de cerrar la puerta, por su hombro vi la expresión de mis padres, eran de terror y odio, ellos siempre me odiaron, pero verlos así me dejó revuelto el estómago.

Sin darme cuenta, ya estamos en un auto, el hombre a mi lado me acariciaba la cabeza y me decía que todo estaba bien, esa fue la primera vez que me sentí protegida a lo largo de mis nueve años de vida, caí dormida sin darme cuenta en los brazos cálidos de un desconocido hombre.

Besondere // Gakuen Alice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora