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ONE SHOT

↻ Energía
















































Danny gruñó, mirando su propio cuerpo con una mueca. Podía sentir la debilidad de su ser a la perfección, la forma en la que sus piernas pesaban por cada paso que daba, sintiendo la necesidad de lanzarse al suelo y no levantarse jamás.

«El efecto de está cosa está durando más de lo que creí... » se dijo internamente, maldiciendo no haber podido esquivar aquél ataque por parte del villano de aspecto extraño que ahora se encuentra siendo retenido por Timmy. ¡Literalmente chupó toda su energía! Apenas y puede caminar correctamente y ver bien. La gran desgracia es que no puede cambiar a su forma fantasmal, pues eso le quitaría la poca energía que le queda.

Jimmy le había asegurado que el efecto del ataque debía durar al menos quince minutos, pero apenas han pasado tres desde que eso ocurrió. No cree poder soportar más tiempo.

Por esto es que no debes confiar en Timmy Turner cuando te dice: «No te preocupes, te cuidaré la espalda»

No lo culpa, obviamente. Pues sabe que la culpa no es del castaño. Pero en parte sí por no haberle advertido sobre el hombre que se acercaba hacia él con amenaza y listo para atacar. Y así fue.

—¡¡Toma esto!! —Bob dió un fuerte golpe al villano, gracias a sus poderosos e ingeniosos guantes color rojo que Jimmy había mejorado luego de trabajar en ellos un tiempo. Y a pesar de que la esponja no sea alguien verdaderamente violento, no permite que intenten destruir la ciudad así como así. Por lo que se dedica a esquivar y dar golpes cuando lo ve necesario.

El soltó un jadeo cuando casi cae al suelo, lanzando con todas sus fuerzas al bicho robótico la puerta que se había separado de un auto en algún momento durante la pelea. No sabe cómo o cuándo, pero tampoco le interesa saberlo honestamente.

Y luego, perdiendo el equilibrio y la fuerza en sus piernas, cayó al suelo de costado, quejándose entre sonidos de dolor. Entrecerró los ojos, tocando su pecho en la pequeña pero preocupante herida que se encontraba derramando algo de sangre.

—¡¡Danny!! —al escuchar aquella voz, abrió los ojos instantáneamente, logrando reconocer a la persona que inconscientemente había gritado su nombre. No tuvo ni siquiera que adivinar, puesto a que segundos después, un chico de traje marrón y aspecto felino se acercó con rapidez, levantando ligeramente su cuerpo—. ¿Te encuentras bien? Quiero decir– es obvio que no estás bien, que estúpido...

—Está bien. Estoy bien, solo es un pequeño rasguño, nada grave.. —susurró con seguridad, sintiendo las manos contrarias tomar su nuca con cuidado, alejándolo del suelo lentamente.

—¿“Nada grave”? ¡¡Podrías haberte desmayado!! ¡¡O peor!! —gritó en respuesta, frunciendo el ceño con una expresión de preocupación y leve molestia. Entendiendo que efectivamente sí, está preocupado por él. No es la primera vez, de hecho. Muchas veces Manny ha abandonado sus quehaceres, tareas, e incluso se ha visto huyendo de peleas contra villanos con tal de saber sobre su estado y verlo con sus propios ojos.

Suspiró hondo, negando con la cabeza mientras hundía el ceño con evidente exhaustividad. Haber peleado por largos minutos, y ahora recibir los regaños de su novio, no es de sus cosas favoritas ciertamente. Sin embargo, intenta que no sea tan notoria la molestia que le causa algo así. La idea de que Manny esté tan exageradamente preocupado por él no es algo que le agrade y lo admite, le da la idea de que lo cree alguien débil. Y a pesar de saber que no es así, no puede evitar pensarlo.

—Manny, cálmate, ¿si? —llama su atención, ganándose la verdosa mirada del contrario inmediatamente. Acariciando su mejilla con verdadero esfuerzo al levantar su mano, le da una sonrisa leve—. Estoy bien, hablo en serio. No deberías abandonar la pelea para asegurarte de que esté bien.

Manny lo observó con suavidad, antes de cerrar los ojos por leves segundos, disfrutando las caricias. Llevó su propia mano hacia la ajena, asegurándose de que esta no cayera al suelo en cualquier momento. —Perdón... sé que es algo descuidado de mi parte, pero no puedo evitarlo. No puedo simplemente olvidarme de tí —le hizo saber, sonriendo igualmente.

—Bien, entonces vuelve ahí. Estoy seguro de que Jenny debe estar maldiciendo por tu desaparición.

—De acuerdo, pero antes, te llevaré a un lugar más seguro —decidió, levantándolo en sus brazos con facilidad y caminando con cuidado hacia una de las zonas despejadas, donde no había una sola persona y podía estar a salvo.

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