Una rosa sin vida [ I I I ]

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Narrado semipresencial:

Los recuerdos son pétalos de una rosa, espinas que se clavan a través de la belleza combinándose con mi sangre que hace que todo sea hermoso a la vez que desagradable.

Besar sus pétalos me dan su olor agradable que vuelan mariposas al solo tener un tacto sensible en mis llemas de los dedos, dónde se vuelven tan blandas y rompibles ante un simple tacto que hace que se pierda todo el encanto de su belleza.

Pasando a ser la más bella de las obras a este tirado y olvidado.

Nunca nadie agarra las espinas, nadie quiere ensuciar sus manos o tener dolores durante días eternos.

Se llevan los pétalos y separan dejando tirado al dolor para poder conservar su felicidad.

No los juzgo... Haría lo mismo si pudiera, pero no es justo.

No quiero ser tirado... Quiero brillar y estar envuelto en pétalos que me lleven a estar en la cima y volverme el acto principal de una actuación.

Dar giros y curvas con elegancia a la vez que con rebeldía y poder ser algo más que otra simple rosa.

Pero... Solo soy una rosa que quiere alejar a todos, crea espinas por todos lados incluso donde su belleza es todo para ella, solo para alejar todo e intentar ser bella a través de mi cuerpo.

¿Cómo una rosa pudo terminar así?

Las rosas son bellas, dignas de dárselas a quien amamos, pero está solo había nacido entre cargos tan grandes que nunca subo que ser más que una simple rosa.

Nunca supo cómo soltar sus pétalos ante los rayos del sol, nunca supo cómo tener los mejores colores para no ser tirada, nunca supo cómo era sentirse amada.

En verdad... No sabía cómo ser un rosa... ¿Que se supone que se hace?

¿Tengo que tener más sol?¿Más agua...? ¿Que es necesario?

La misma rosa lo sabía, necesitaba ser cuidada con delicadeza que alguien lo trate tan frágil con miedo a romperlo por su belleza, quiere tener esos suaves toques que llenan su vida, al igual que esa sensación que nunca podra describir como algo simple a la palabra "amor".

Pero ella nació a través de grandeza e igual protaban más espinaz que eran su propia sangre a través de su memoria tan cruel y viva que lo hace volver a nacer y dejar más rosas tiradas.

Quitando uno por uno sus pétalos de caballero muerto.

Los ruidos son fuertes, le recuerdan a todo de el a la vez que nada, puede ver el como le gritan como exclaman, pero no puede despertar de esta pesadilla con facilidad.

Siempre se despertaba cuando su pigmento estaba siendo aplastado por las llemas de otros dedos.

Pegó un pequeño brinco y comenzó a ver con más claridad... No estaba rodeado de rosas que lo cubren de su pequeña verdad.

Estaba en casa... Con su padre... Sus hermanos... Y nada mas.

— ¡Maldito niño inútil! — Comenzó a actuar por instinto, escapaba por cualquier lateral y devolvia los golpes como había sido toda su infancia, necesitaba alejarse y pelear si quería al menos poder recoger sus pétalos en el olvido.

Las flores eran únicas en si... Pero una rosa era la más común de todas.

— ¡No serás nadie! ¡Si pegas como nenita! — Las costillas crujieron, tal vez porque más de una se había roto por la fuerza de esas manos tan crueles que nunca fueron calidad, ni suaves, estaba hechas de cicatrices con experiencia que solo marcaban más su inexplicable ser.

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⏰ Última actualización: Sep 12 ⏰

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