Evangelion: toda la libertad del mundo

Capítulo 1: Una vez más

"Ohhhh. Asegurándome de que Rei esté bien, ya veo." Misato tenía esa habitual voz burlona. Ya. Como si ayer no hubiera pasado nada. "Qué noble de tu parte, Shinji." Ella sonrió. "Sí, alguien debería cuidarla. ¡Las chicas lo aprecian!"

Shinji sonrió débilmente. Parecía que esa sería su nueva normalidad ahora. Después de todo, Misato había tenido razón el día anterior. De hecho, había aceptado ser piloto. Entonces, ¿qué esperaba ahora? Por supuesto, Misato lo trataría como piloto como algo normal. Lo era ahora, al igual que sus burlas y bromas. A Shinji no le gustaba, pero así era la vida. Sólo se podía esperar que las cosas no empeoraran aún más.

Al menos, esto lo llevó al hospital NERV. El gigantesco edificio, que se elevaba hacia el cielo, hizo que Shinji se sintiera incómodo. Allí fue donde había terminado el día anterior. Y ahí fue donde Misato lo convenció para que volviera a pilotar. Ahora parecía un trato cerrado. No me gusta este lugar.

La última vez que estuvo aquí, no tuvo oportunidad de ver la entrada del hospital. Él frunció el ceño. Era grande y estaba llena de luz, con varias palmeras pequeñas alrededor. Un aroma aromático flotaba en el aire y el sol creaba un efecto de invernadero que no resultaba incómodo. Vidrio, verde y electrónica: la sede de NERV era de la misma manera. Todo parecía ligero y bueno en la superficie...

Todo lo que Misato necesitaba hacer en la recepción era mostrar su tarjeta NERV. La recepcionista, una mujer joven de aspecto entusiasta y con un peinado con moño muy artístico, les indicó adónde debían ir. Sorprendentemente, en el camino, en un pasillo, se encontraron con Ritsuko. Como siempre, el científico vestía una bata blanca.

Misato pareció sorprendida por un momento y luego se detuvo frente a su amiga. Shinji simplemente trotaba detrás de ella, con la cabeza gacha. "Ritsuko," saludó Misato a su amiga. "No esperaba verte aquí."

La falsa rubia se encogió de hombros. "Mantener la salud del Primer Niño es una de mis obligaciones". Ella sonrió, aunque era una sonrisa desdeñosa. Arrogante, en cierto modo. "¿Entonces has venido a verla? Debo admitir que eso me sorprendió".

"Ella estaba herida," se limitó a declarar Shinji. No sabía qué más había que decir.

"Así era", respondió simplemente Ritsuko.

"En la batalla. Donde ella estaba junto a mí", añadió Shinji. "Ella... me protegió. Tal como dijo que lo haría".

Ritsuko hizo una pausa por un momento. "¿Ella dijo eso? Vaya, eso es interesante. Si eso sigue así, nuestra Rei se convertirá en una verdadera mariposa. Así que adelante. Ella está despierta y bien. De todos modos, la mayor parte del daño fue simplemente dolor simpático. Mayormente, simplemente está agotada". . Probablemente la dejaremos ir a casa mañana".

'Sólo' dolor comprensivo. Fácil para ti decir. Pero con eso, sin decir una palabra más, Ritsuko pasó a los dos, dejándolos con pasos largos. Tanto Misato como Shinji la vieron alejarse por un momento, luego continuaron su camino - ya no es que fuera una larga distancia. Pronto, ambos se pararon frente a una puerta sin marcar.

Misato le sonrió cálidamente a Shinji. "Entra. Tienes razón, ustedes dos pelearon juntos. Deberías tener un momento. Esperaré aquí".

La habitación era espaciosa, y un lado consistía enteramente en un gran ventanal. Había un pequeño cajón con un televisor en una esquina y otra maceta con una palma en otra. Pero seguía siendo una habitación de hospital. Las cortinas estaban cerradas por toda la ventana y, sin embargo, hacía un calor incómodo y un ligero olor a desinfectante flotaba en el aire. Además, las paredes estaban vacías y la cama individual de la habitación dejaba muy claro dónde estaban: era una típica cama de hospital móvil, con barandillas a los lados. Junto a él había una pequeña silla.