Capitulo XII: Enemigos.

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Las niñas seguían discutiendo mientras Brenda se quedaban en silencio analizando la situación y suspirando con pesadez muy irritada.

Kotoura: —Se acerca a kory y la agarra del brazo enyesado con fuerza— ¡Deja de ser tan estúpida! Te dije mil veces que no volverías a mostrar tu patética cara en este parque, me pertenece! —Muy enojada—

Kory: ah.. —Forcejea pero muy temerosa— Ya para! Me lastimas!

Brenda: —Frunce el ceño y agarra a kotoura de la muñeca fuertemente— Oye.. Suéltala ahora mismo...

Kotoura: —La voltea a ver y suelta a kory para luego agarrar el cuello de la camiseta de Brenda firmemente— Ah, ya estás defendiendo a tu maldita amiguita? Es tu protegida o qué?

Brenda: —Muy enojada le sostiene la mirada mientras aprieta su agarre— Más te vale soltarme...

Kotoura: Tks... —Siente un dolor agudo en su muñeca pero no retrocede, su mirada se clava en la de ella y sus ojos sueltan un destello—  Dime... Qué es lo no te deja.... dormir....

Kory: ah.. Brenda! No la mires a los...! —Intenta sacarla de ahí pero las niñas que acompañaban a kotoura la agarran y la hacen retroceder—

Brenda: —Se queda sorprendida por mi que dijo pero inconscientemente visualiza un recuerdo— ah... —Se tensa al instante al no poder apartar la mirada de los ojos de kotoura—

Kotoura activa su don y entra en la mente de la protagonista haciendo que se quede completamente estática.

Los ojos de Brenda se quedan en blanco y los de kotoura se iluminan en un púrpura fuerte.

Brenda: ah.. —Se sobresalto al reaccionar, y se da cuenta que está en un lugar muy oscuro y silencioso. Traga saliva e intenta crear una navaja de luz pero no lo logra— ¿Qué?... —Mira alrededor y decide avanzar. Se abraza a sí misma y mira alrededor intentando ver algo—

La pequeña ve al fondo una especie de salida, corre hacia ella con rapidez.

Al llegar frena en seco al ver la misma casa en la cual había escapado antes, la casa kinomoto.

La niña se tensa, mira con incredulidad y da un paso atrás muy asustada.

Brenda miraba la casa y no era capaz de entender que estaba pasando. Su respiración se volvió más agitada y su corazón latía fuertemente a tal punto que empezaba a doler.

Ella no dejaba de preguntarse a sí misma con sus manos heladas "¿Qué es esto?", "¿Fue un sueño?", "¿Nunca escape?", "¿Dónde está aizawa?", "¿Qué paso?".

La pequeña ni podía dejar de hiperventilar y sus orbes empezaban a empañarse de lágrimas, estaba entrenando en pánico.

Ella se aferraba a su camiseta en la zona del corazón intentando calmarse pero le dolía, sus ojos no dejaban de llorar y sentía como su garganta se cerraba haciendo que el oxígeno no llegara correctamente a sus pulmones.

Se sobresalta al ver a John salir de la casa con unas cadenas en sus manos, ella traga saliva y da un paso atrás pero se queda inmovil nuevamente al ver cómo John la voltea a ver de una manera muy aterradora.

Solo una sonrisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora