Una Noche Fatídica
Había una vez un niño llamado John que vivía felizmente en un pequeño pueblo.
Su familia estaba compuesta por su padre, un carpintero respetado en la comunidad, su madre, una amorosa ama de casa, y su hermana, una bebé de solo dos meses.
John era un niño alegre que disfrutaba jugando en los campos y bosques cercanos, siempre acompañado de su perro fiel, Max.
Una fatídica noche, mientras la familia dormía, un incendio voraz se desató en su casa. Las llamas crecieron rápidamente, consumiendo todo a su paso. John, despertado por el calor y el humo, logró escapar por una ventana de su habitación, pero sus padres y su hermanita no tuvieron la misma suerte.
El pueblo se despertó al sonido de los gritos y el resplandor del fuego, pero era demasiado tarde para salvar a la familia.
El Nacimiento de la Oscuridad
John quedó muy triste y enojado. Al principio, se refugiaba en los recuerdos felices, pero con el tiempo, la mezcla de tristeza y rabia lo hizo cambiar.
Empezó a aislarse, alejándose de sus amigos y del resto de la comunidad. Las noches se volvieron sus aliadas, y en la oscuridad, su mente se llenaba de pensamientos oscuros y perturbadores.
Una noche, en un arrebato de desesperación, John decidió que la única forma de calmar su dolor era infligiendo sufrimiento a otros. Empezó a matar gente inocente.
Usaba un cuchillo afilado y siempre llevaba una máscara blanca, hecha a mano con la precisión de un artesano, para que no lo reconocieran. A sus víctimas les cortaba los brazos y les decía:
"Colorín colorado, tu vida ha acabado y mi reinado ha comenzado", justo antes de que murieran.
Su voz se llenaba de una calma aterradora, como si cada asesinato fuera un ritual que lo acercara más a su familia perdida.
El Pueblo en Miedo
El pueblo vivía con miedo constante, y la policía, liderada por el comisario Thompson, buscaba incansablemente al asesino enmascarado. Las patrullas nocturnas se incrementaron, y las calles, que antes eran pacíficas, ahora estaban desiertas al caer la noche.
John, siendo muy astuto, hizo un plan para que otro hombre inocente fuera atrapado.
Utilizó pruebas falsas, como el cuchillo ensangrentado y la máscara, que dejó en el lugar de trabajo de un hombre solitario y poco querido por la comunidad.
Un Año Después
Un año después, John volvió al lugar donde su casa se había quemado. Las ruinas, ahora cubiertas de vegetación, eran un recordatorio constante de su pérdida.
Los recuerdos lo abrumaron, y el peso de sus crímenes, junto con el dolor de haber perdido a su familia, lo consumieron. Decidió que no podía seguir viviendo con tanto dolor y culpa. Allí mismo, se quitó la vida con el cuchillo que había usado para sus crímenes.
El frío metal atravesó su piel, y con su último aliento, murmuró los nombres de su familia.
El Despertar en la Oscuridad
De repente, todo se desvaneció. John abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba atado a una silla en una habitación fría, iluminada por luces fluorescentes.
Había estado soñando. La realidad era que estaba en la silla eléctrica, condenado por los asesinatos que había cometido. Las paredes de la habitación estaban llenas de fotos de sus víctimas y artículos de periódicos que detallaban su reinado de terror.
Últimas Palabras
Las luces parpadearon y el ruido de los generadores llenó el aire. Un oficial se acercó y le preguntó si tenía alguna última palabra. John, con una risa amarga y llena de locura, dijo: "Jajajajaja, mátenme de una vez." La electricidad recorrió su cuerpo, y con un último espasmo, John dejó este mundo.
La Verdad Revelada
Después de su ejecución, la noticia recorrió el pueblo. En los titulares de los periódicos se reveló que el verdadero asesino, John, había muerto en la silla eléctrica.
Sin embargo, un artículo más pequeño en la última página del periódico contaba la historia de un hombre inocente que había sido condenado por los crímenes de John. Este hombre, cuyo nombre era Frank, había proclamado su inocencia hasta el final, pero nadie le había creído.
La comunidad quedó conmocionada al descubrir la verdad. John había logrado engañar a todos, y en su astucia, había condenado a un inocente a pagar por sus crímenes. El terror que había sembrado en vida continuó incluso después de su muerte, dejando una marca imborrable en la memoria del pueblo.
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El reinado de juan
TerrorEl Reinado de John En un pequeño pueblo, un niño llamado John vivía felizmente con su familia hasta que un incendio destruyó su hogar y le arrebató a sus seres queridos. Devastado por la pérdida, John se convierte en un asesino despiadado, escondién...