¿Max? - TWD

T2/C1

— ¿Crees que los encuentren? — preguntó Carl, aún tenía los ojos rojos de tanto llorar. Lori limpió el resto de las lágrimas en sus mejillas y asintió.

— Claro que lo harán, Daryl y tu papá fueron en busca de ellos... — su sonrisa tensa no logró convencer por completo a Carl, quien seguía mirando a la dirección en donde Sophia y Max habían corrido, la niña huyendo de un caminante y Max intentando traerla de vuelta.

— Debiste dejarme ir con ellos, yo los encontraré. — expresó el niño, había pasado una hora desde que los dos hombres se habían ido, Carol estaba sufriendo por su hija y Dale no dejaba de dar vueltas de un lado para otro, estresando a T-Dog, quien seguía mal por la herida en su brazo.

— Vamos viejo, el niño estará bien. Lo traerán de vuelta. — por más consuelo que trataran de darle, Dale seguía sin sentirse bien, cumpliría la promesa que le había hecho a Andrea y de eso no habría dudas.

...

— Vamos, regresemos a la carretera. — señaló Max hacia donde Rick les había indicado. La niña seguía aún asustada, negando ante la petición del otro.

— Sophie... Si vamos ahora, más rápido verás a tú mamá, ¿Sí? — suplicó Max, quien comenzaba a inquietarse. Rick no había regresado y cuando el peligro se fue, Sophia había corrido hacia otra dirección. El niño había intentado memorizar el camino indicado por si se perdían, pero la niña no quería moverse del escondite que había encontrado.

— Ya está oscureciendo... Esperemos al señor Grimes, el vendrá. — le contestó Sophia, Max solo suspiró con resignación y se sentó junto a ella. Ver el cielo algo nublado lo alertó, se habían movido de donde Rick los había dejado, eso haría más complicado el encontrarlos. Estuvieron un par de minutos en silencio, habían convivido antes, pero la persona en común era Carl, así que realmente no se conocían por completo.

— ¿Cuál es tu color favorito? — le preguntó a la niña, ganándose una mirada de confusión.

— Rosa, ¿Y el tuyo? —
 
— Sin duda el rojo, aunque el amarillo también o el verde... — se estaba aburriendo y eso no era divertido, juntó un par de palitos y empezó a jugar en el lodo junto a él, tenía 13 años, pero aún era técnicamente un niño.

— Carl me dijo que ya besaste a alguien. — soltó de repente Sophia, Max la miró con confusión y algo de molestia. Le había confiado eso a Carl y él había decidido decirle a otra persona.

— Sí, ¿Qué tiene? — preguntó a la defensiva, incómodo.

— Nada, solo quería confirmarlo... ¿Qué se siente? — preguntó Sophia con curiosidad. Max miró nuevamente a la niña frente a él, siempre había sido algo callada, pero era divertido jugar con ella. Pensando bien su pregunta, no había sentido nada. Había tenido su primer beso a los 11 años, había sido con su mejor amiga de ese entonces, Natalie; la curiosidad les había ganado a ambos después de ver una película en donde los protagonistas sellaban su amor con un beso.