Ocho niños bajando las escaleras luego de que su madre sonara la campanita, informándonos que la comida estaba lista. Seguido a eso, todos estábamos al frente de las sillas esperando a que mi padre adoptivo nos dijera que nos sentáramos para iniciar a comer en silencio, ya que esa era una de las reglas del hogar.
-Muy bien sentados- dijo él.
Sentada en la mesa con mis hermanos, a los cuales no tenemos una conexión fuerte gracias a mi padre adoptivo. No hemos tenido un momento para dialogar, cosa que nos guste o algo profundo como harían normalmente los hermanos. Así que no sabía su color favorito ni realmente lo que piensan. Lo que sí teníamos todos en común era querer abandonar este lugar llamado Umbrella Academy; era un infierno desde que tenemos memoria, al menos eso
pensamos nosotros.-Número ocho, número ocho, ¡NÚMERO OCHO!
-Hah!- En ese momento reaccioné y me di cuenta de que me había ido a lalandia pensando en todo.
-He dicho, ¡a comer!
-No tengo hambre-, respondí. Siempre he tenido que comer más que mis hermanos para poder estar al nivel de mi poder, pero lo único que conseguía al final era vomitar. Mi padre adoptivo siempre me obligaba a comer toda la comida para sobrepasar mis límites, pero yo no aguantaba más.
-No quieres comer, ¿eh? Pues no comas-seguido a eso alzó la mano y mi mamá, que es un robot creada por mi papá para cuidarnos, se acercó a mí y me quitó absolutamente toda la comida que llevaba.
-¿Qué haces?
-Dijiste que no querías comer, así que no vas a comer.
Seguido a eso me quedé en silencio y dejé que Grace se llevara toda la comida. Una vez hecho eso, todos nos fuimos y claramente escuché comentarios de mis hermanos murmurando. Me acerqué un poco más y como siempre era
Número Uno y Número Tres, ellos servían nada más para criticar y darse besos a escondidas de todos aunque yo siempre los cachaba tengo mis trucos.-Por Dios, ¿quién no quisiera comer tanta comida?
-Hasta yo comería todo eso, es una chica con un cuerpo demasiado sensible para tanto poder. No entiendo cómo le otorgaron tanto poder a ella si es una inútil.
"Una inútil", esa palabra sonó muchas veces en mi cabeza. Siempre me sentí así y ellos me lo recordaron, pero mi pensamiento fue interrumpido cuando Número Tres y yo hicimos contacto visual.
-Mierda... Ocho, yo...-Tres intentaba excusarse después de saber que la había oído.
-Realmente no queríamos decir eso sol...-fue interrumpido por mí.
-No necesito más explicaciones de parte de ustedes dos. Es claro que lo único que hacen es hablar en vez de estar en los zapatos de alguien.- Después de terminar mi conversación me largué del lugar corriendo por las escaleras para que no me vieran llorar. Me encerré en mi habitación.
Realmente no quería hablar con ninguno de los dos hasta la próxima misión, pero justo empezaron a tocar la puerta.-No quiero saber nada de ustedes dos así que largo de mi habitación-, dije mientras abría la puerta con mis habilidades mágicas sin darme la vuelta. Sin embargo, no escuché nada de parte de ninguno de ellos. A pesar de haberles abierto la puerta, mínimo una disculpa no me estaría tan mal. Me empecé a dar la vuelta.
-He dicho que los quiero fuera de mi habitaci..-
Me quedé callada después de ver a Cinco recostado en mi puerta y ver sus ojos azules como los míos. No pude evitar distraerme de lo que iba a decir.-¿Qué te han hecho ellos para que estés así?-dijo, para luego dar un paso y teletransportarse a mi cama. Di la vuelta a mi silla para verlo tirado en mi cama como si fuera de él.
-No quiero hablar de eso, gracias.
-Sí que lo harás después de tratarme tan mal.
Solo para ver cómo estabas, admito que los hubiera arrojado con tu bola de energía. Es aplastante incluso para mí si no logro teletransportarme antes de que me toque.-¿Para qué debo defenderme con agresividad si ellos solo me lastimaron verbalmente? Además,¿cómo sabes lo que me dijeron?
-Es obvio, ¿no lo crees? Estaban en medio pasillo. Papá los regañó también diciendo algo como "ustedes no deberían estar gastando saliva si ninguno de ustedes alcanza su potencialidad."-Nos rompimos a reír seguido de que él hubiera dicho eso.
-Sabes, te entiendo. Ese loco te quiere meter la comida por ojo, boca y nariz, hasta yo vomitaría.¿Sabes algo que sería gracioso? Sería que tú les lanzaras comida a ver si ellos aguantan.
-Lo tendré en cuenta, viajero.
-¿Viajero? Mejor dime Dios del tiempo - dijo mientras hacía una parada en la cama como si fuera un Dios y luego se tumbó atrás mientras yo lo veía con una sonrisa estúpida.
-Eres un tonto.
-Al menos ya no estás molesta, verdad?
-Es cierto- le dije mientras me acercaba a él inconscientemente. -Gracias por animarme,
Número Cinco.-Es todo un placer-dijo mientras se acercaba a mí también y nuestras almas eran una. Sentí como el tiempo se detuvo. Sentí un maldito impulso de querer besarlo y me acerqué lo suficiente para besarlo. No creo que perdiera nada haciéndolo.
‹‹eso pensaba yo... >>