5 - Órale

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Era por la mañana ya, Roberto seguía dormido en el sofá de la habitación de Kevin ya que estaba muy cansado del día anterior y hoy tenía el día libre. De repente le despertó una llamada, era Carlos.

Roberto: ¿Si?

Carlos: Rober, sé que ahora mismo estamos peleados y eso pero, hoy me voy y quería verte una vez más.

Roberto: ¿Hoy? ¿Tan pronto? Eh, claro, Yo- yo también quiero verte.

Carlos: ¿Sigue Kevin..

Roberto: Si. Pero, pero va a estar bien.

Carlos: ¿Si? Tipo, ¿lo tenéis seguro que va a estar bien?

Roberto: No exactamente, pero yo lo sé.

Carlos: Si quieres puedo ir yo al hospital y nos vemos allí, entiendo que no quiwras salir de ahí.

Roberto: De hecho si que lo prefiero, si puede ser.

Carlos: Claro, en media hora o así me paso por allí y te aviso.

Roberto: Perfecto, nos vemos, supongo.

Carlos: Nos vemos.

Media hora después, Carlos llegó y quedaron en el jardín del hospital para verse. Estuvieron un tiempo en silencio hasta que uno rompió el hielo.

Carlos: Rober, siento mucho lo del otro día.

Roberto: No, lo siento yo, no era tu culpa que yo estuviera mal y lo pagará en tí.

Carlos: Tampoco es tu culpa, hay un montón de cosas que he hecho fatal.

Roberto: Eso ya da igual, te vas a ir.

Carlos: Pero no tenemos por qué perfmder el contacto-

Roberto: Si ya lo perdimos viviendo a 20 minutos el uno del otro..

Carlos: Lo sé...

Volvió a haber un silencio incomodo entre ambos, ninguno sabía que decir. Carlos tenía algo en mente pero no sabía cómo reaccionaría Roberto, aunque sabía que muy bien no se tomaría lo que quería decirle. Sin embargo, como el silencio ya era aplastante decidió hablar.

Carlos: A ver, hay algo que quizás...

Roberto: ¿El que? ¿Qué quizás que?

Carlos: ¿Por qué no te vienes conmigo? Sería como soñábamos de pequeños.

Roberto: Pero que coño dices?

Carlos: En la casa nueva hay espacio de sobra para ti! ¿Por qué no?

Roberto: No sé, quizás que toda mi vida, mi casa, mi trabajo, mi familia, mi NOVIO comatoso, todo está aquí.

Carlos: Podrías empezar una vida nueva allí con nosotros, conmigo.

Roberto: Me gusta mi vida aquí, Carlos. ¿Qué te hizo pensar que me iría?

Carlos: Que soy tu mejor amigo.

Roberto: Y lo eres, y me duele que te vayas pero lo acepto, acepta tu que me quiera quedar.

Carlos: No puedo, es.. es que hay algo más.

Roberto: ¿Qué?

Carlos: Es que quiero estar contigo.

Roberto: Pues ya iré a verte allá pero-

Carlos: No, es que quiero estar contigo.

Roberto: ¿Qué?

Carlos: El otro día estuve pensando, y es que, en todas las relaciones en las que he estado, te he estado buscando a ti en la persona con la que estaba saliendo.

Hallemos la α de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora