Extra: chanmin

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Seungmin llegó parque donde fue citado por el triplepapito de Chan quién ahora no sabía porque lo llamaba. Hace apenas unos días le había mandado un mensaje diciendo que quería aclarar las cosas con él, y es que la última vez que se vieron simplemente quedaron como "amigos"

Obviamente después de besarse hasta el alma en ese mismo rato.

¿Y si le dice que ya no quiere estar cerca de él y lo manda a la chingada? ¿Y si consiguió a alguien nuevo?

No, no, piensa en positivo Kim, piensa en positivo.

Cuando llegó, busco con su mirada al triplepapito y lo vio sentado en una banca con su perrita berry sentada en sus piernas cómodamente. Se secó el sudor de las manos, se acomodó el cabello y revisó que su aliento estuviera bien para comenzar a caminar. Mientras más se iba acercando, más iba apretando la cola hasta que llegó y silenciosamente se sentó a un lado de su sugar daddy.

Sí, aunque tuviera mucho dinero, Chan era su sugar daddy.

El perro lo olfateo un poco y al reconocer su olor se lanzó sobre él lamiendo su rostro.

—Hola. - saludó Chan tranquilamente con una cálida sonrisa.

—Hola. - devolvió la palabra tratando de no sonar muy seco.

El hombre al ver como su perrito seguía emocionado con Seungmin no puede evitar sonreír en grande.

—Te extraña mucho en casa, tanto que ocupa tu lado de la cama y espera todas las mañanas en la puerta. Así que decidí traerla.

No pudo evitar conmoverse con aquellas palabras, él también lo extrañaba mucho, a los dos.

—Yo también te extraño Berry. - la canina ladró al escuchar su nombre —. ¿Tú no me extrañas?

Definitivamente si algo que Chan amaba de Seungmin, era su atrevimiento para decir las cosas tal y como las pensaba.

—Bueno... Quizás un poco.

—Vamos, sabemos que no es sólo un poco.

Chan no entendía. Tenía ya una vida propia, era todo un adulto con toda una carrera formada. Pudo haber estado con cualquier otra persona de su edad, madura, inteligente, capaz de resolver probelmas y calmado. Pero no; tuvo que enamorarse de un joven de de 23 años, ni es mucha la diferencia que se llevan, pero ambos estan en diferentes etapas de la vida, Seungmin está con el ego y autoestima muy altos, ruidoso, sin control sobre su vida, con muchas cosas más por vivir, un poco inmaduro y completamente escandaloso.

Y se preguntaba ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser él la persona que lo hiciera volver a sentir tantas emociones.

—Bueno, digamos que la casa no es lo mismo sin ti.

—¿Y me extrañas sólo porque ilumino todo lo que hay a mi lado? Dios, Chan, eso ya lo sé.

—No se puede hablar seriamente contigo. - ambos soltaron unas cuantas risas.

—A todo esto ¿Por qué me citaste?

Y ahora el que se andaba cagando del miedo era el viejito, bueno, más que cagarse le comenzaba a faltar la respiración. Y juraba que si no se moría de un ataque cardíaco, lo haría de la vergüenza.

—Sí, eso...bueno yo quería ver si ¿Cómo decirlo? Quería ver si existe alguna forma de que nosotros, ya sabes...

—¿Comenzar de nuevo? ¿Es eso? Por favor dime qué si es eso o sino lo primero que haré es arrojarme del edificio de enfrente.

El silencio perduró por unos segundos en los que Chan sólo podía ver con ojos brillosos a la persona a su lado.

—Sí, es exactamente eso. Seung ¿Tú quieres comenzar de nuevo?

El menor se acercó peligrosamente a su rostro y sin dudarlo un segundo atrapó sus labios en un beso profundo y lleno de sentimientos, que literalmente transmitía un completo "sí" de su parte.

—Mi respuesta es obvia ¿No crees?

Y con esa última sonrisa por parte de los dos, comenzaba de nuevo su historia

El departamento de enfrente; minsung auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora