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En todo lo que estuvieron del día juntos no salieron del departamento, aparte de que no podían, no era como si quisieran hacerlo.

Se la pasaban preguntándose cosas acerca de sus vidas, sus gustos, sus sueños. Conociéndose mejor. De vez en cuando un beso era robado de los labios de Jisung haciéndolo sonrojar.

—¿Y cómo me conociste? - pregunta mientras mete una galleta a su boca.

Realmente tenía curiosidad de como Minho lo conoció y el por qué le gustaba tanto.

El azabache de cómodo en el sillón agarrando una posición cómoda preparándose para contarle al menos como 5 o más años de su vida.

—Bueno, yo tenía como 15 o 16 años, en ese entonces. Tú aún comenzabas tu carrera junto a los chicos y yo estaba estudiando intentando ser bueno en todo y complacer a mis padres quienes aunque casi nunca estaban en casa, de alguna u otra forma me presionaban y sobrexigian demasiado. Recuerdo un día que había peleado con ellos porque habían descubierto que me gustaban los chicos, yo simplemente tomé mi abrigo y me fui corriendo, justo comenzaba a llover así que era como si el día supiera que estaba sufriendo. Hubo un momento en el que llegué a una tienda de conveniencia un poco lejos de casa y entré simplemente para calentarme un poco; y justo en medio de todos los truenos, en la televisión de la tienda salió tu imagen, creo que era un comercial de una bebida, estaban los tres en la pantalla, pero mis ojos se posaron inmediatamente en ti. Cuando te vi sonreír... Fue algo tan hermoso que, por un momento sentí el peso de mi corazón salirse y convertirse en algo ligero, bonito. Creo que desde ahí comenzó todo, empecé a investigar sobre ti, descargué sus canciones, y de repente te convertirste en lo único en mi vida que me hacía sentir feliz, obviamente también quiero mucho a los chicos, tambien me ayudaro, pero tú eres mas especial que todo; desde ese momento me prometí que nunca te abandonaría.

La forma en la que decía todo, Jisung podía sentirlo tan sincero y cálido, sus ojos mirando al suelo recordando como fue exactamente ese momento y detallandolo a la perfección lo hizo sentir especial. Se había convertido en alguien muy especial para una persona y eso lo hacía sentir bien.

—¿Por qué te gusto tanto? Ni siquiera soy tan bueno.

Minho toma su mano y deposita un ligero golpe.

—¿De que hablas? Eres el ser más perfecto del mundo, todo lo haces bien, te esfuerzas tanto en lo que te propones y lo terminas logrando demostrando que puedes eso y más. Siempre pasas días tratando de complacer a los demás ¿Y aún así te atreves a decir que no eres bueno?

Suelta una risa al escuchar tales palabras y luego un beso es depositado en su frente poniéndolo más rojo que un tomate.

Minho se recostó en el sillón y después acomodó a Jisung encima de él quedando con su espalda pegada a su pecho. Lo abrazó por detrás tratando de transmitirle todos sus sentimientos.

—Por cierto ¿Por qué dijiste que tus papás casi no estaban contigo? - pregunta jugando con sus manos.

—Los dos trabajaban mucho, desde que yo nací. Realmente no recuerdo algún momento en el que hayamos estado los tres juntos, ya sabes, compartiendo tiempo en familia o saliendo a pasear. El único momento en el que lograba verlos era por las mañanas, pero nunca desayunábamos juntos, y también por las noches, aunque tampoco cenamos juntos porque de vez en cuando uno llegaba más tarde que el otro así que cenaba con mi mamá o mi papá, nunca con ambos.

—¿Y de pequeño? ¿Con quién te quedabas?

—Me la pasaba en una guardería, o si no con algún familiar... Mis papás no eran personas que demostraban mucho afecto, o al menos no a mí, así que cuando lo hacían me sentía incómodo, sentir el tacto de mi mamá o mi papá era extraño para mí. Y cuando cumplí los 19 años ellos simplemente me echaron de la casa, solamente estaban esperando el momento exacto para correrme.

Jisung se sentía triste, y más por la forma en la que Minho narraba todo aquello. Como si no pasara nada, algo sin importancia, hablaba de su dolor como si todo estuviera bien. Pero sabía que sentía como una parte de él estaba muerta, sabía que estaba agonizando de dolor a pesar de no demostrarlo.

¿Tanto fue su dolor que simplemente ya lo veía como algo normal? ¿Tantas fueron sus lágrimas derramadas que ya no le quedaban más para llorar? ¿Si quiera en algún momento lloró?

—Gracias por contarmelo. Debió ser duro para ti todo eso.

—Con el tiempo, aprendí a manejarlo. No fue tan malo a final de todo, te tenía a tí.

—Me alegra haber sido un consuelo para ti, al menos a través de una pantalla o simples canciones. Pero ahora quiero estar contigo, en serio, quiero poder abrazarte cuando estés mal y consolarte con palabras y mi tacto, esta vez estando para ti en serio.

Lo siguiente que sintió fue un abrazo, un abrazo tan fuerte que sentía que se rompería, se acomodó ahora frente a él para verlo a los ojos, y vio como estos comenzaban a ponerse llorosos. Luego volvió a abrazarlo dejando que hubiera su cara en su cuello para comenzar a llorar.

El corazón de Minho se sintió en paz, por fin podía llorar de verdad, sacar todo aquello que le molestaba y enojaba. Aferrándose tan fuerte a él sin querer soltarlo.

—Yo también quiero estar contigo. No quiero separarme de ti nunca, ya te tengo y ahora es imposible que te deje ir. - dice sollozando.

Y de alguna manera esto le dolió tanto a Jisung que igualmente comenzó a llorar.

—Estemos juntos, a pesar de todo.

Quizás esto era el inicio del final, pero haría lo que fuera porque el verdadero final tardaa demasiado en llegar.

💌💌💌

una lloradita no le hace mal a nadie.

El departamento de enfrente; minsung auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora