Capítulo 17

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En el Inframundo, tras enviar el mensaje sobre el reinicio de la guerra a los sobrenaturales.

Belial acababa de terminar de transmitir el mensaje que su padre le encomendó dejar a los sobrenaturales, y se dirigió hacia el salón donde Satanás personalmente protegía la piedra de luna. A diferencia de otras oportunidades, el embaucador no buscó usar la sorpresa para lanzar su ataque, sino que prefirió citar a sus enemigos en el campo de batalla que inteligentemente concibió. El estudio de la piedra de luna le había permitido no solo abrir un portal por el cual llegaría a Los Cielos para secuestrar a su predestinada, sino que también logró entender cómo hacer el cambio hacia una dimensión donde los demonios se materializaban, de tal manera que, al verse destruido el orco que contenía a su lacayo, este pudiera seguir peleando al adoptar una apariencia física, como sucedía en el Inframundo.

- Diez millones de orcos mejorados por la sangre o carne de un Celestial encarnado son el total que se ha preparado para la última batalla –confirmaba Asmodeo a Satanás cuando Belial ingresaba al salón donde guardaban la piedra de luna, ahora utilizado como un centro de comando de las legiones. La soberbia se detuvo en la puerta, prestando atención a lo que empezaban a detallar sus hermanos.

- Los treinta Caídos que te siguen desde que fueron arrojados de Los Cielos ya llegaron al palacio, por lo que están listos para pelear en tu nombre, padre –agregó Belcebú al listado que Satanás había pedido para detallar a sus huestes-. A estos se sumarán aquellos veinte que están bajo el dominio de los magos oscuros, además de los quince que han encontrado y sometido en el corto tiempo que les has dado para que den con más de aquellos que alguna vez fueron ángeles.

- Las más de seis mil legiones esperan listas la orden de partida hacia la guerra junto a sus generales –dijo Leviatán sumando un punto más al listado.

- Y ya dejé todo preparado para soltar a Amón de ser necesario –añadió Mammon ingresando al salón tras toparse con Belial en la puerta e invitarlo a tomar asiento.

- El mensaje ya fue entregado a los sobrenaturales, padre. Ahora explícanos tu plan –dijo Belial tomando asiento en una de las sillas alrededor de la mesa donde sus hermanos ya se habían acomodado, y Satanás desplegó un enorme pliego donde tenía plasmada la estrategia a seguir para la última batalla.

- Empezaré explicando el lugar donde se desarrollará la última batalla, la que me hará el dueño de La Tierra –dijo Satanás sonriendo muy animado al estar completamente seguro que su plan garantizaba un rotundo éxito-. Al estudiar el poder de la piedra de luna, encontré que con ella no solo puedo abrir portales a las dimensiones conocidas, que son Los Cielos; el plano astral; el universo, donde está La Tierra; el Inframundo, y la dimensión espejo, aquella que los brujos utilizan para que los humanos no sepan de los sobrenaturales, Celestiales y demonios. En esta sexta dimensión es posible que los demonios se materialicen como sucede en el Inframundo, y al no ser aquella en la que se encuentra La Tierra, todos aquellos que han sido marcados por los felinos, impidiéndoseles pasar al plano donde habita la humanidad, podrán salir del Inframundo hacia esta sexta dimensión, de tal manera que podremos luchar con las legiones completas –la alegría de Satanás empezaba a ser entendible para sus hijos. El embaucador había encontrado la forma de contar con todos los demonios, de ahí que sus fuerzas no se vean mermadas.

- Felicitaciones, padre, por el logro alcanzado –dijo Mammon empezando a aplaudir, acto que sus hermanos calcaron.

- Entonces, ¿por qué usaremos a los orcos mejorados si los demonios podrán materializarse como lo horripilante que son en el Inframundo? –preguntó Belfegor con mucha duda.

- Es por el factor sorpresa –respondió Satanás sonriéndole al menor de sus hijos-. Será una enorme sorpresa para los sobrenaturales ver cómo los demonios adquieren una forma material ante sus ojos tras abandonar a los orcos al ser estos despedazados por las flechas con punta de piedra de luna que de seguro el único elfo en La Tierra junto a su hijo han preparado.

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