Flowers from 1970 || Railo

- 02

Al día siguiente Alondra llevó un plato de cereal a su habitación para comer. Parecía mirar su teléfono celular, esperando llamadas y mensajes de texto de "¿Cómo estás?" de gente que nunca parece acercarse.

Encendió su computadora para ver videos, cuando de repente el viejo teléfono comenzó a sonar nuevamente.

Alondra vaciló un poco. ¿Realmente quería volver a hablar con esa loca? Por otra parte, no era como si hubiera alguien más que quisiera hablar con ella, así que suspiró y luego cogió el teléfono.

– Hol-

– ¿Cómo lo supiste? — Dijo la misma mujer por teléfono.

– ¿Qué?

– Sobre Tubbo. Como alguien iba a intentar matarlo hoy. — Preguntó seriamente.

Alondra puso los ojos en blanco. – Ya te lo dije. Todo el mundo en el estado lo sabe, lo aprendimos en la escuela y todo. ¿No es así? Además, ¿por qué sigues diciendo 'hoy'?

– ¿Cuál es la fecha para ti? — La mujer le preguntó a Alondra.

– Uh... — La castaña pulsó su teléfono para comprobar la fecha. — 28 de julio de 2020. — Ninguna respuesta. Solo la respiración pesada que sonaba como hiperventilación al otro lado.

Después de un rato, la mujer volvió a hablar en voz baja: — Aquí es 28 de julio de 1970.

Ahora bien, esto fue la confirmación de que con quien quiera que Alondra estaba hablando estaba loca. — Mira si esto es una especie de broma, simplemente voy a colgar. Este no es mi teléfono y no soy 'Rivers' o quien sea que sea.

– ¡Espere! — La mujer gritó. — ¿Vives en la calle Manburg 821? — Alondra empezó a enloquecer. La mujer conocía su dirección. Iba a terminar la llamada y contactar con la policía o...

– ¡No te asustes! — La mujer leyó su mente. — Esa es mi vieja casa. Bueno, es mi 'vieja casa' para ti, pero yo vivo allí ahora mismo. ¿La habitación de arriba todavía tiene el horrible papel tapiz de flores?

– Si. — Alondra respondió vacilante.

– ¡Eso significa que no lo han cambiado desde que vivo allí! Dame un segundo. — La mujer guardó silencio durante un rato hasta que Alondra escuchó un clic. Fue un bolígrafo destapándose.

– ¿Qué estás haciendo? — Preguntó Alondra.

– Mira la esquina de la pared, cerca de la ventana. — La mujer le dijo.

– Por qué-

– Solo hazlo. — Alondra escuchó lo que sonaba como un garabato al otro lado del teléfono.

La castaña vaciló, pero caminó de todos modos hacia la esquina de la habitación. — ¿Qué se supone que debo estar mirando? — De repente, viejas marcas de bolígrafo gastadas comenzaron a aparecer en la pared lentamente, como madera quemada. — "Hola" — Dijo.

– ¿Ves eso? — Preguntó la mujer al otro lado del teléfono, antes de tapar su bolígrafo audiblemente de nuevo.

– S-Sí. — Alondra estaba hiperventilando y agarrándose el pecho. Seguramente esto no era posible. — ¿Quién es usted?

– ¿Quién es usted? — Ambas preguntaron al mismo tiempo, pero la mujer respondió primero: — Mi nombre es Rai.

– ¿Rai? — Alondra arqueó una ceja.

– Es un apodo. No quiero darte mi nombre real todavía, ya que podrías ser algún espía del gobierno o algo así.

Alondra se rio entre dientes. — Bueno, yo soy Alondra, aunque puedes llamarme Alo.

— Entonces dime, Alo, ¿quién gana la serie mundial el año que viene? Te lo está pidiendo una amiga. — Rai preguntó, medio en broma.

– Me temo que no puedo decirte eso. — Alondra respondió. — Bueno, técnicamente puedo, pero moralmente está bastante mal.

– Maldición, pensé que iba a funcionar. — Rai chasqueó. — Entonces, cuéntame sobre el futuro. Espera, ¿suena nerd? Hm, cuéntame sobre 2020.

– Bien...