𝐋𝐁 - ¿Cuántas son las posibilidades de que una noche en Turquía, queden unidos los caminos de dos perfectos desconocidos por un terrible accidente de tráfico? Olympia es una página en blanco, no tiene memoria alguna de su vida, no sabe quien es y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHAPTER TEN 010 ━━━ Secretos bajo la tinta
N/A: Disfrútenlo y comenten mucho que por fin tenemos actualización 💜
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
OLYMPIA
Cuando volví del restaurante, Lewis había desaparecido y ahora quien acompañaba al matrimonio Wolff era un hombre serio y bastante intimidante, al menos... esa impresión me dio cuando Toto me lo presentó.
Leo Rothchild.
Era alto y esbelto, con una postura erguida que denotaba confianza, la confianza digna de un empresario dispuesto a cerrar un buen trato. Su cabello oscuro, corto y bien peinado, enmarcaba su rostro anguloso. Tenía algo que me resultaba muy familiar, pero de momento no pude averiguar que era.
Sus ojos presumían un marrón profundo, chispeantes y llenos de curiosidad. A menudo, una sonrisa cordial bailaba en sus labios. Su piel era cálida, bronceada. Sin lugar a dudas era lo que cualquier persona llamaría: un hombre atractivo. Aunque bastante intimidante con ese traje que vestía a la medida, con una elegancia innata. Su camisa era de un azul muy sutil, y los gemelos de plata brillaban en sus puños. El corte de su chaqueta azul marino resaltaba su figura y le daba un aire sofisticado, mientras que un pañuelo de seda asomaba del bolsillo superior, y un broche de esmeralda adornaba su solapa.
Y por cierto, lo de empresario sí que lo describía. Su presencia aquí no era una coincidencia, había venido porque estaba haciendo negocios con Selene, se mostró interesado en comprarle su cadena de Hoteles y ella lo trajo para... la verdad aún no entendía para qué. Supongo que para considerar sus opciones más de cerca.
El tema de conversación fue trabajo durante varios minutos, y luego, cuando Selene se disculpó para ir a buscar a Lewis, Leo admitió tímidamente que esa era la primera vez que asistía a una carrera de Fórmula 1. Eso rompió un poco el hielo, y antes de darme cuenta, ya estábamos bromeando sobre lo inquietante que parecía este mundo del automovilismo.
No voy a mentir, el hombre que mantenía una careta impersonal cuando llegó, era en realidad bastante agradable y divertido. Nos estaba contando a Toto y a mí algunas anécdotas y expectativas que tenían él y su padre de la carrera de hoy, cuando Aurora salió de algún lugar y se acercó a nosotros.