Capítulo 2

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— ¿Tienes sake y sal? — Nagao Kagetora preguntó mientras tomaba rápidamente asiento en una de las banquetas de bar.

Esta era una pregunta usual que ella había estado haciendo cada vez que iba a buscar algún aperitivo.

Actualmente se encontraba en el comedor sentada frente a la barra de la cocina. Tan solo habían pasado unas cuantas horas desde que termino su combate con la soberana de la tierra de las sombras.

Usualmente la suele atender una mujer gato y otras veces la mujer de cabello largo y morado. No era por alguna razón en particular, solo meras coincidencias en los horarios.

Hoy frente a ella y del otro lado de la barra observo al mismo hombre moreno con el que había hablado hace varias horas atrás.

— Tengo sal, lamentablemente para ti en menos de tres semanas agotaste todo tu suministro mensual de alcohol — Aquel sujeto sin nombre se cruzó de brazos frente a ella mientras la miraba con una cara que no podría descifrar.

Solo parecía desinteresado, si es que acaso la fina línea que formaba con sus labios indicaba aquello. Podía ser otra cosa, pero ese rostro se parecía más al de alguien dormido o incluso alguien dormido tendría más curvatura en sus labios.

— ¿Suministro mensual?

— Está escrito en el tablón de la entrada, es una medida que implementamos hace un mes para ahorrar recursos hasta que los podamos reponer, asumí que ya la conocías

Ella solo ladeo su cabeza levemente mientras veía la mirada fija del hombre sobre ella, esperando algo.

No recordaba que alguien le hubiera comentado sobre aquella regla o sobre alguna regla en general, solo sabía que, si quería algún aperitivo, entonces debía ir a pedirlo a la cafetería.

En su defecto solamente tendría que ir y tomar el aperitivo durante algún cambió de turno del personal de cocina. Nadie le llego a hablar de ese tablón, quizás no tenía escrito cosas muy relevantes.

O tal vez nadie lo había leído tampoco.

Emiya solo se quedó esperando una respuesta por un par de segundos hasta que se hizo evidente que no recibiría palabra alguna por parte de la mujer.

— Por ese silenció asumiré que no estas al tanto de nada

Kagetora siguió sin responder, como si estuviera procesando el hecho de ser limitada en su consumo de sake en lo que quedaba de mes.

— ¿No puedes solamente conseguir más alcohol?

— Quizás solo debas considerar volver el jugo tu nueva bebida preferida, incluso podrías competir con Jack por ver quien puede beber más — El tono de su voz se volvió burlesco, aunque difícilmente la persona delante suyo entendería que significaba ese cambió de entonación.

— ¿Ni siquiera una taza? — Kagetora apoyo sus manos en la barra para inclinarse sobre esta en dirección hacia el arquero, quien solo observaba ese gesto con leve interés.

— ¿Debería continuar? — Alzo una ceja hacia la mujer mientras esta volvía a su posición inicial para seguir mirándolo con esa sonrisa estoica.

La relación entre su actuar, sus palabras y su rostro no coincidieron ningún momento desde que inicio la conversación. Él ya sabía que esa sonrisa que veía solo estaba puesta ahí para ser vista, mas no para transmitir lo que realmente sentía. Si es que acaso esa lunática sonriente sentía algo más que solo ansías de beber o pelear.

Tal vez por eso le recomendó enfrentar a esa mujer celta.

— No tiene sentido. ¿Por qué limitar el sake? ¡Es lo mejor luego de un combate!

Sonrisas FalsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora