Latidos Cruzados: El Secreto

Bajo la Luna

En la atmósfera envolvente del campamento, mientras los demás se sumergían en las historias de terror alrededor de la fogata, Dekisugi se encontraba en la periferia, observando la escena con una mezcla de ansiedad y determinación. Esa noche había decidido que era el momento perfecto para resolver sus diferencias con Nobita. Sentía que esta podría ser su última oportunidad antes de que el campamento terminara.

Con pasos cautelosos, se deslizó detrás de Nobita y Shizuka, manteniéndose a una distancia prudente. Su mente era un torbellino de emociones; cada paso lo acercaba más a una conversación que temía y anhelaba al mismo tiempo. Estaba decidido a hablar con Nobita, a expresar sus sentimientos y, con suerte, poner fin a la tensión que había crecido entre ellos.

La fogata crepitaba y las risas y susurros de los demás campistas parecían lejanas a los oídos de Dekisugi. Recordó los días pasados en el campamento, las miradas furtivas hacia Nobita, y las noches de insomnio pensando en lo que debía decirle. Finalmente, sintió que era el momento de actuar.

Sin embargo, justo cuando se preparaba mentalmente para dar el paso, la escena ante sus ojos lo dejó paralizado. Nobita, de pie junto a Shizuka, se inclinó y la besó. El beso, aunque breve, parecía cargar un peso enorme. Dekisugi sintió como si su mundo se detuviera. Su cuerpo se estremeció, no por el frío de la noche, sino por la sacudida emocional que lo atravesó. Su corazón, que segundos antes latía con esperanza, ahora golpeaba dolorosamente en su pecho, un eco sordo de desilusión y confusión.

Incapaz de moverse o pensar claramente, Dekisugi retrocedió, sus pasos torpes y vacilantes. Sentía como si el aire frío le cortara la respiración, y un temor sordo empezó a crecer en su interior. No era solo miedo al rechazo, sino también el temor a perder a Nobita completamente, a que las cosas nunca pudieran volver a ser como antes.

Con un impulso de dolor y desesperación, se giró y corrió hacia la cabaña, cada paso alejándolo más de la escena que acababa de presenciar. Sus ojos, nublados por las lágrimas, apenas veían el camino delante de él.

Una vez dentro de la cabaña, Dekisugi se dirigió directamente al baño. Cerró la puerta tras de sí con un golpe sordo, la soledad de la habitación amplificando el eco de su dolor. Abrió la llave de la bañera, dejando que el agua fría comenzara a llenarla. Se metió apresuradamente, sin quitarse la ropa, permitiendo que el agua lo envolviera completamente.

El sonido del agua llenando la bañera se mezclaba con los latidos ensordecedores de su corazón. Abatido por la magnitud de sus emociones, Dekisugi comenzó a gritar, sus palabras resonando contra los azulejos. "¡¿Por qué tuvo que pasar esto?! ¡Nunca debí besarlo! ¡Soy un estúpido! ¡No! ¡Soy un maldito fenómeno, un maldito raro!"

Las palabras eran un torrente de auto-reproche y desesperación, cada una un golpe que le recordaba su dolor y confusión. Mientras el agua fría seguía cayendo, Dekisugi sintió que sus fuerzas se desvanecían. Se abrazó a sí mismo, temblando, permitiendo que las lágrimas se mezclaran con el agua de la bañera.

Mientras tanto, tras el beso, Shizuka, notando la confusión en los ojos de Nobita, lo tomó suavemente por los hombros. "Nobita, necesitas pensar claramente sobre lo que sientes. Ese beso... no parecía justo para ninguno de los dos. Parecía más como si estuvieras tratando de convencerte de algo que ni tú mismo crees."

Nobita estaba realmente confundido y un poco asustado. Estaba frente a Shizuka, tratando de explicarle lo que pasaba por su mente. "Shizuka, yo pensé que..."

Pero Shizuka lo interrumpió antes de que pudiera terminar. "No, Nobita. Las cosas han cambiado. He visto cómo miras a Dekisugi, cómo te ríes con él. Creo que lo nuestro ya no es lo mismo."

Nobita se quedó en silencio, procesando las palabras de Shizuka. Ella continuó: "Sé que estás enamorado de alguien más. Y ese alguien es Dekisugi. Lo he visto en la forma en que lo miras, en la forma en que interactúas con él. No puedes negarlo."

Eso realmente golpeó a Nobita. Sentía un nudo en la garganta. "Pero, ¿y si Dekisugi ya no quiere ser mi amigo? ¿Y si él también piensa que todo cambió entre nosotros?"

Shizuka miró a Nobita con una mezcla de comprensión y seriedad. "Nobita, conozco a Dekisugi y sé que valora mucho tu amistad. Pero tienes que hablar con él."

Nobita asintió, empezando a entender lo que Shizuka decía. "Tienes razón. Tengo que hacerle frente a esto, no solo por mí, sino por nuestra amistad. No puedo dejar que el miedo me detenga."

Shizuka le sonrió, mostrando su apoyo. "Soy tu amiga, Nobita. Siempre estoy atenta a lo que sucede a tu alrededor. Y lo que vi en ese beso entre tú y Dekisugi fue real. No puedes ignorar tus sentimientos."

Animado por Shizuka, Nobita se sintió un poco más ligero y listo para hablar con Dekisugi. Sabía que podría ser difícil, pero también sabía que enfrentar las cosas era la única manera de avanzar.