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Mingi todavía está abrumado. Siente que un ataque de nervios se lo comerá vivo apenas aparta la mirada de alguno de los miembros. Cuando Jongho sale de la sala de prácticas para ir al baño, el corazón de Mingi comienza a latir con tanta fuerza que lo siente en sus oídos y se queda mirando la puerta hasta que Jongho regresa.

Sabe que no puede vivir con ese miedo. Ellos están bien ahora. Ellos lo estarán. Ha regresado exactamente 17 días antes del accidente. Nadie volverá a morir porque Mingi tendrá un plan, lo evitará y podrán seguir con sus vidas. Él los verá crecer, formar sus familias, convertirse en ancianos, todo.

―¿Mingi-ya?

La voz de Seonghwa hace que Mingi voltee a verlo. Todos están preocupados por él desde la crisis que tuvo el día anterior.

―Lo siento, hyung.

Mingi puede oler su preocupación a kilómetros, así que se disculpa y le regala una leve sonrisa.

―Está bien, cariño. Sólo dime si algo está mal.

Mingi le asiente efusivamente.

La práctica termina alrededor de las siete de la tarde. Todos se dirigen a la camioneta que los llevará a casa y Mingi se sienta entre Yunho y Jongho, toma distraídamente la mano del mayor y la aprieta suavemente. Mingi ha pensado en confesarse desde que regresó. Cuando Yunho murió, no haberse confesado fue uno de sus grandes arrepentimientos. Ahora que Mingi tenía a Yunho de regreso, quería hacerlo más que nada. Y no importaba si Yunho lo rechazaba, sabía que esa era una gran posibilidad. Si lo ponía en una balanza, tal vez tenía una chance de 20 sobre 100. Bueno, eso es ser muy optimista. Se ríe al pensarlo. Sólo quiere sacarlo de su pecho y seguir.

Wooyoung y Seonghwa preparan la cena, aunque Hongjoong les dijo que podían pedir comida hecha, los otros dos se negaron y dijeron que querían algo casero para llenar sus estómagos y sus corazones. Fue un poco cursi, pero Hongjoong dejó de insistir.

Mingi mantiene sus oídos alertas a lo que está sucediendo en la cocina y al mismo tiempo está escuchando a Yeosang en su habitación, no pretende invadir su privacidad, pero no puede evitarlo. Tiene a Hongjoong, Yunho, San y Jongho en la sala a su lado, así que no se preocupa por ellos, sólo los observa en silencio.

Algo se cae en la cocina y un débil gemido adolorido hace que Mingi se levante rápidamente, sus piernas tiemblan mientras se acerca y sus ojos tan abiertos como pueden estarlo miran a Seonghwa apretarse el dedo con una mano.

―¿Qué pasó, hyung? ―pregunta Mingi, intenta tomar la mano de Seonghwa, pero el mayor la aparta.

Mingi quiere cuidar su herida, el olor a sangre lo pone enfermo.

―Sólo se me resbaló el cuchillo, me corté.

―Déjame ver.

Mingi toma la mano de Seonghwa cuando el mayor se la extiende. Hay una gota gruesa que comienza a bajar por el cuerpo de su dedo y Mingi siente náuseas, se cubre la boca con la mano y cierra los ojos.

―¿Mangi?

―Lo siento. ―Mingi se lleva el dedo a la boca rápidamente, Seonghwa jadea sorprendido y trata de retirarlo, pero Mingi es mucho más fuerte y se lo impide.

Ha visto a Wooyoung hacerle lo mismo al dedo de San, pero Wooyoung no tiene la capacidad de curar heridas como él. Mingi se traga la sangre y retira el dedo, lo mira por un momento y sonríe al ver que ya no hay un corte. Es la primera vez que Mingi le cura la herida a alguien más desde el jardín de infantes, cuando sanó la rodilla lastimada de uno de sus amiguitos (su mamá le prohibió hacer eso). Seonghwa luce muy confundido y Mingi sabe que no debería haberlo hecho, pero no puede tolerar la idea de que estén lastimados de cualquier forma. No puede hacerlo con grandes lesiones, pero sí las pequeñas como esta. Y se siente bien ser de ayuda.

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⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

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