16. ☾ ⋆ encanto

89 10 0
                                    

                                  (4/4)


Yoongi comenzó besando lo poco del
cuello que el collar de Taehyung dejaba ver, a penas unos centímetros debajo de su mandíbula, hasta perder un poco su
nerviosismo, comenzando a succionar
y lamer la piel del chico, acercó más el
cuerpo de Tae al suyo, el omega ajustó
más el agarre de sus piernas, jadeando,
permitiendo que el mayor recorriera más los muslos de Taehyung con sus manos, yendo hacia la parte interna, subiendo por estas, rozando un poco los testículos del omega, para luego seguir subiendo, acariciando sus glúteos.

Yoongi dejó un brazo sosteniendo el cuerpo de Tae, mientras el otro subía
por debajo de la remera del omega,
voltendose mientras lo llevaba hacia la cama.

Dejó a Tae sobre esta, separándose de
él para quitarle su remera, para seguir
con los besos por sus clavículas, dejando
marcas hasta legar a uno de los pezones
de Taehyung, que también beso, lamió y
succionó para placer del omega.

Al continuar con el otro, Yoongi alzó la vista un poco para ver el rostro de
Tae, totalmente ruborizado, con los ojos cerrados y los labios entre abiertos, con el pelo revuelto y una expresión algo
desesperada, necesitada.

Con sus manos, Yoongi delineó el
cuerpo delgado y fibroso de Taehyung,
enganchando sus dedos bajo el elástico
de los pantalones y calzoncillo, tirando
hacia abajo, deshaciéndose de ambas
prendas, dejando a Tae desnudo sobre
las sábanas.

El pelinegro no pudo evitar alejarse un
poco, deteniéndose para ver el cuerpo del omega debajo suyo, como admirando su obra.

Aunque lo sentía más como su propiedad.

Su lobo pedía reclamarlo, aunque la
parte humana de Yoongi decía gue era
muy pronto, pero concordaba con sus
sentimientos.

En ese momento sintió que Taehyung era suyo, que le pertenecía.

Que era su omega.

Al ver que Yoongi se había detenido,
Tae abrió los ojos para mirarlo,
haciendo contacto visual con el mayor
automáticamente, sonrió al ver el brillo con el que el otro lo miraba.

―No es justo que yo no pueda verte de
esa misma manera ―dijo, irguiendose
para quitarle la ropa a Yoongi,
aprovechando para tocar todo el
abdomen marcado, para luego seguir por su pecho, hasta pasar la prenda sobre su cabeza.

Se acercó a Yoongi, oliendo su cuello,
inhalando su aroma a café y pino, más
fuerte que antes, lo embriagaba, frotó su
rostro contra el mismo, dejando algunos
besos rápidos, mientras bajaba su ropa
interior.

Al quedar ambos desnudos, Taehyung pasó sus manos por los hombros de Yoongi, subiendo por su cuello hasta tomar sus mejillas, sintió la temperatura de estas y sonrió, mirando directamente a los ojos de Yoongi.

Sin dejar de mirarlo, Taehyung subió sus
caderas, rozando su miembro con el de
Yoongi, intentando ahogar sus gemidos
para escuchar los bajos, casi vergonzosos, de Yoongi.

―Entra ―pidió, necesitado.

Yoongi pareció quedarse en blanco.

Tae comprendió.

―Nunca lo has hecho con un hombre
―afirmó, y el otro sonrío con algo de
vergüenza.

Taehyung pudo ver lo tierno que era el mayor.

Separó una mano de la mejilla de Yoongi para apoyarse sobre una de las que el otro tenía sobre sus caderas, guiándola hacia su espalda, bajando por sus glúteos hasta llegar junto a su entrada, húmeda, caliente, goteando de su lubricante natural. Separando dos dedos de la mano de Yoongi, y acercándolos más a su interior.

Delta ✭ Yoontae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora