Capítulo 1

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Hoseok siempre se caracterizó por ser una persona sensata que sabía que se decía así mismo que lo que le suceden a otras personas, no tiene por qué sucederle a él. Hoseok tiene 25 años y es un solterón (según los estándares de los omegas buscando pareja). Después del incidente en donde se decía de él que era una verdadero come hombres, él sabe que no va a tener pareja. Él lo sabe. A la gente no le gusta las habladurías.

Pero no fue su culpa. Él siempre tuvo a su amigo: Emir. Él fue amable con él desde que tenía 12 años y se conocieron por amigos en común de sus padres. Sus padres y los padres de él siempre se llevaban bien, así que lo más normal era que él y Emir se llevarán bien.

Cuando Hoseok cumplió 18 años, deseo no haber conocido a Emir.

Una tarde, mientras estaban en el jardín de su casa, estaban conversando acerca del cielo y sus colores, o Hoseok lo hacía, hasta que Emir sostuvo su mentón y quiso plantearle un beso desprevenido. Hoseok se apartó, entonces él se confesó. Confesó haberlo querido desde que eran pequeños, pero Hoseok lo quería también, como un amigo. Hoseok nunca sintió cosas amorosas por él, era su real amigo y dueño de sus más grandes aventuras desde que apenas se habrían presentando. ¿Por qué tenía que arruinarlo con eso? Hoseok solo quería que está pesadilla acabará.
Emir no pudo soportar el rechazo, por lo que le dijo a sus padres que Hoseok era un cualquiera que intento tener relaciones con él.

Los chismes no se hicieron esperar y recibió la peor parte. Hoseok no solo perdió a su gran amigo Emir, sino que perdió el respeto de sus padres, ya que ellos confiaban más en extraños, que en el propio Hoseok.

Para sus papás fue fácil reemplazarlo con su hermano menor de apenas 14 años, el amor todo fue dado a él. Hoseok no quiso ponerse triste y decepcionado por eso, pero lo hizo. Hoseok siempre fue el favorito de sus papás por su gran belleza y carisma, que decían de él que podría conquistar a cualquier alfa, hasta un real rey, si quisiera. Ahora lo miraban con repudio y apenas le dirijan la palabra por traer deshonra a su familia con aquel chisme sin sentido.

Él sabía que no era real, pero el poder de la palabra era más grande que otra cosa. Entonces cuando iba a las grandes fiestas, nadie realmente quería comprometerse con él, por lo que quedó varado durante todo este tiempo y acababa de cumplir 25. Ya no podía ser realmente hermoso y factible para los alfas.

Hoseok se dijo que estaba bien, se había resignado a no tener un felices para siempre. A este paso solo le quedaba tal vez casarse con algún hombre mayor lo suficientemente aceptable para él y con una gran fortuna para seguir con el legado de sus padres. Eso era lo único que le quedaba. Estaba bien, él no se estaba quejando dado las circunstancias.

Pero… él hubiera preferido las miradas electrizantes, el tipo de amor que no te dejaba respirar, el tipo de amor que darías todo por esa persona. Ese tipo de final feliz y amor absoluto que se cuentan en las historias que lee. Quería casarse por amor y no por conveniencia, simplemente ser amado hasta el final de los tiempos y con una familia numerosa. Solo pedía eso, no era demasiado.

Pero para él lo era, lo era en demasía. Porque omegas con su “reputacion”, no merecían un final feliz. Hoseok se sentía desconsolado por eso al principio, porque no era justo, pero poco a poco fue aceptándolo. Aún no del todo por repentinos pensamientos que tiene como estos. Pero Hoseok hubiera querido ser apoyado por todos y que le dijeran que no fue su culpa, que Hoseok no debería ser tratado con desprecio en los eventos sociales, tener muchos amigos y por supuesto, que los alfas lo consideraran una opción.

No podía tener eso en el mundo real.
Le sorprendió que una mañana cuando bajaba a desayunar, un carruaje estaba estacionado frente a su casa y allí bajaba un hombre. Pero no pudo verlo bien, porque Hoseok fue opacado por Dyl, su hermano.

Omega rumor'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora