petición de casamiento (RAWLIAWIS)

El Pedido Inesperado

( -sanbenito)

vibrante y soleada en el festejo de Mercedes. Todos estaban celebrando el increíble triunfo de Lewis en Silverstone.

La música sonaba, las risas llenaban el aire y el ambiente estaba lleno de alegría. Rosalía y Lewis compartían miradas cómplices entre la multitud, sabiendo que tenían un plan que haría este día aún más especial.

Rosalía, emocionada, se acercó a Lewis. - ¿Crees que ya es hora? - le preguntó, sintiendo que la energía de la celebración era el momento perfecto para su gran sorpresa.

Lewis, con una sonrisa nerviosa y la mirada brillante, asintió. - Sí, definitivamente. Solo hay que encontrar a Raúl. - Estaba tan entusiasmado como ella, pero también un poco ansioso ya había hablado con toto y el mayor le metio en la cabeza que podia ser rechazado aunque era broma eso le causó una inseguridad

Después de un rato buscando, finalmente lo encontraron al borde de la piscina , rodeado de amigos y disfrutando del momento. Rosalía se acercó y le dio un suave empujón. - ¡Raúl, ven aquí! Necesitamos hablar contigo. - Su voz resonó con un aire de misterio que captó la atención de todos.

Raúl, sorprendido, se unió a ellos, con una sonrisa curiosa. - ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara de misterio? - Su inocencia hacía que la situación fuera aún más especial.

Rosalía tomó aire, sintiendo las mariposas en su estómago, y miró a Lewis. Él le dio un pequeño gesto de aliento, casi como si le dijera que todo iba a salir bien. - Raúl, tú siempre has sido una parte fundamental de nuestras vidas. No solo como amigo, sino como alguien con quien queremos construir algo más. Así que... aquí va. -

Lewis, que apenas podía contener su emoción, sacó una pequeña caja del bolsillo, casi temblando de nervios. La abrió con cuidado y mostró el brillante anillo. - Queremos pedirte que te cases con nosotros. -

El silencio que siguió fue intenso. Raúl miró el anillo con los ojos muy abiertos y luego sus miradas se encontraron. La mezcla de sorpresa y emoción en su rostro era inconfundible. - ¿Están hablando en serio? -

- Totalmente - respondió Rosalía, su voz un poco temblorosa. - Queremos que formes parte de nuestras vidas para siempre. No solo como amigo, sino como parte de nuestra familia.

Raúl se quedó sin palabras por un momento, y entonces una sonrisa radiante apareció en su rostro. - ¡Sí! ¡Sí, claro que sí! - Exclamó, casi gritando de alegría.

La casa de campo estalló en júbilo. Rosalía y Lewis lo abrazaron con fuerza mientras todos a su alrededor aplaudían y vitoreaban. Era el inicio de una nueva aventura, una que ninguno de ellos podría haber imaginado pero que sabían que era perfecta para ellos.

Mientras el festejo continuaba, la música sonaba más fuerte y la atmósfera se llenaba de risas. Rosalía, con lágrimas de felicidad, miró a Lewis y luego a Raúl. - No puedo creer que esto esté pasando. ¡Es el mejor día de mi vida! -

Lewis sonrió, tomando la mano de Raúl y apretándola con cariño. - Y esto es solo el comienzo. Imagínense todo lo que nos espera juntos. -

Todos se unieron en un abrazo grupal, y la energía del momento era pura magia. Sabían que el futuro les deparaba momentos increíbles, y esa celebración era solo el primer paso hacia una vida llena de amor y complicidad.

Con las luces del atardecer reflejándose en sus rostros, comenzaron a hacer planes sobre cómo sería la boda. Entre risas y abrazos, soñaron en voz alta. - ¿Deberíamos tener una boda en la playa? - sugirió Raúl.

- ¡O en una montaña! - agregó rosa , emocionada

- Lo importante es que estemos juntos .... - Los dos contrarios esperaban la broma y así fue - o le pido al rey Carlos que nos preste el Big being

Dios Lewis callate o te votamos a la mierda de nuestra boda - Raúl se rió y le dio un beso a sus parejas-

La tarde se convirtió en noche, pero la chispa de su celebración solo se intensificó. Con cada brindis, cada risa y cada mirada cómplice, sabían que habían dado un paso monumental hacia el futuro que siempre habían deseado.