Capítulo 3 - Black

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Querido diario:
    Entrar a ese cuarto fue de lo peor, pues encontré una escena terrible. Al parecer allí habían matado al menos unas diez personas. Algo terrorífico para mí. Tanta sangre me dejó nerviosa, temía que el asesino siguiera cerca, lo cual fue cierto. El asesino entró por la puerta y me fijé que era el responsable porque tenía un cuchillo y se veía bañado en sangre.
    Al final del cuarto, ví una puerta, aunque no era una puerta común, sino una roja. Corrí para huir del asesino, entrando por la puerta roja, provocando la caída hacia una oscuridad temerosa. El gatito negro de antes se encontró allí abajo, como si hubiese caído conmigo. Pero el gato se había quedado fuera de la cabaña, lo cual me hizo sospechar del adorable gato. El gatito, con una voz tierna, me habló.

- Hola, niña. Aún no te presentas. Yo soy Black.
- ¿¡Puedes hablar!?
- Si. Pero pensé que tú no. Estabas callada y en silencio.
- Yo soy Thadia, pequeño gatito.
- Recuerda, yo soy Black.
- Vale. - decía Thadia mientras empezaba a caminar - Deberíamos salir de aquí.
- No puedes. Una vez que entras no sales.
- ¿Cómo llegaste aquí?
- No sé. Yo nací aquí. No tengo idea de como és fuera de este armario.
- Descuida, descubriré la forma de salir y vendrás conmigo. Te lo prometo.

    Fue una conversación agradable, a pesar de lo sobrenatural que era para mí hablar con un gato, mientras caminaba en un abismo, intentando no volverme loca por completo. Por suerte, logré tomar algo de comida de esa cabaña para mí y Black, pero sabía que esta no iba a durar mucho tiempo.

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