A la mañana siguiente, mientras estaba afuera de The Daily Grind, Heeseung miró hacia donde estaba Jake recostado con uno de sus pies apoyados contra la pared de ladrillo y un cigarro en la mano.
Por lo general, este tipo de cosas no solían afectarlo, pero cuando Heeseung se movió al lado de Jake, tuvo que admitir que el aspecto que tenía Jake le recordaba un poco a James Dean, y era sexo puro.
La camiseta blanca, chaqueta, pantalones vaqueros,cabellos lisos alborotados por el viento de la forma perfecta de hacer que a Heeseung le picara la mano por tocarlo.
Heeseung miró hacia el sol naciente mientras Jake lo miraba y levantaba una mano para tomar una calada
del cigarrillo casi terminado.
—Déjalo, ¿quieres? —ordenó Heeseung a la mirada de sabelotodo que le dio Jake.
—¿Dejar qué?
Heeseung dirigió su mirada a los labios que rodeaban el filtro del cigarro.
—De mirarme como si acabaras de pasar la noche desnudo en mi cama.
—Pero lo hice. Dudo que eso te haga sentir incómodo —dijo Jake, bajando el
brazo mientras se apartaba de la pared.
—Créeme, incómodo no es cómo me estás haciendo sentir.
—Mmm, ¿y desde cuanto te preocupa eso?
—Desde que estoy en la calle y no puedo arreglar mi problema —señaló Heeseung.
—Entonces... ¿no debería decirte que me pones jodidamente cachondo vestido así? Nunca he salido con alguien que lleve un traje. Bueno, nunca he salido con un chico, así que...
—¿Jake? —interrumpió Heeseung, colocando su maletín delante de él para ocultar la erección que podía sentir hinchándose cada vez más entre sus piernas.
—¿Sí?
—Para.
Jake se rió, disfrutando claramente de su incomodidad mientras se giraba para presionar la colilla de su cigarro contra el cilíndrico cenicero junto a la puerta.
—No, no creo vaya a hacerlo. Tuve que lidiar con esta mierda tuya por una semana antes de que finalmente me dijeras qué demonios mirabas.
Heeseung dio un paso rodeándolo y empujó su cara cerca de Jake.
—Pensé que estaba siendo más que evidente. Te estaba mirando a ti. Y por cierto, ¿por qué estás fumando otra vez? ¿Estresado? ¿Nervioso?
Jake arqueó una ceja y le ofreció una sonrisa pícara.
—¿Qué tal satisfecho?
Rodando los ojos, Heeseung se acercó y abrió la puerta de la cafetería. Cuando el olor de los granos de tierra le llegó, vio a Jake abrirse camino a través de las personas que esperaban para tomar un sitio en la parte de atrás de la fila más corta.
Siguiendo su ejemplo, Heeseung llegó a su lado y luego deslizó su mano dentro de una de Jake a su costado.
Jake se giró hacia él y Heeseung se aseguro de estarle devolviendo la mirada con una expresión neutral.
Cuando los dedos de Jake se separaron ligeramente y se entrelazaron con los suyos, como lo hicieron la noche anterior, Heeseung no pudo evitar que su corazón casi se le saliera del pecho.
Jake le guiñó un ojo y volvió a mirar al frente, y Heeseung encontró casi risible que fuera él quien estuviera allí con una mirada de asombro en su rostro.
Juntando su mierda, él se inclinó, haciendo que sus hombros chocaran y susurró:
—Te ves bien en mis pantalones. Me gusta todavía más que no lleves nada debajo de ellos.
