Después de que Jake y él se movieran a la sala de descanso, Heeseung fue el primero en caminar hacia el estrecho pasillo y mientras la puerta se cerraba detrás de él, Amelia fue la primer persona que vio.
—Vaya, vaya, vaya. Te vi tener mejor suerte en convencer a nuestro hombre ahí.
Heeseung no podía explicar por qué su comentario le molestó tanto como lo hizo. Pero estaba jodidamente seguro que fue por la forma en que dijo nuestro hombre.
Heeseung reacomodó su corbata anudada y caminó a través del espacio que había entre ellos deteniéndose a unos centímetros de ella.
—Cuando pongo mi atención en algo, no me detengo hasta obtenerlo. ¿Qué puedo decir?
Amelia se alejó de la pared y levantó sus manos, las colocó en su pecho donde las movió hasta sus hombros.
—Entonces, ahora que lo tuviste, está libre para jugar, ¿cierto? Tengo que decir que es definitivamente alguien con quien me gustaría jugar. Esos ojos y todo ese cabello sexy, es hermoso. Ya que él no nos quiso a los tres...
—¿Amelia? —interrumpió Heeseung mientras una de las manos de Amelia se deslizaba hasta su cabello donde enredó sus dedos.
—¿Sí?
Heeseung se inclinó hacia su oído y le advirtió.
—Mantén tus manos fuera de él. Es mío y no voy a compartirlo contigo.
Justo cuando esas palabras salieron de su boca, Heeseung escuchó la puerta detrás de él abrirse. Estaba a punto de retirarse cuando escuchó la palabra «típico» llegar hasta sus oídos y no venía de Amelia.
Alejándose de la mujer que estaba frente a él, se volteó para ver a Jake. Ahora completamente vestido con su uniforme del trabajo, le lanzó dagas con los ojos a ambos y mientras Heeseung se movía hasta él, Jake sacudió su cabeza y le escupió:
— Joder, no te molestes.
Como siempre, la molestia que irradiaba de él solo lo hacía ver más caliente y a Heeseung más encendido. Sabía lo que Jake estaba pensando mientras permanecía ahí, mirando a Amelia y a sí mismo y no había manera de que Heeseung lo dejara continuar por esa línea. Así que, en lugar de hacer caso a la advertencia de retroceder, caminó hasta acercarse y observó en silencio y con fascinación mientras Jake se movía para esquivarlo.
Olvidando completamente que Amelia estaba en el pasillo con ellos, Heeseung siguió a Jake y se desplazó a la izquierda hasta que estaban lado a lado. Jake lo fulminó con la mirada y los labios que habían estado envueltos alrededor de él solo minutos antes se habían convertido en un gruñido de rabia.
—Muévete —soltó.
Heeseung sintió la adrenalina atravesarlo por la exigencia de Jake.
—No. —Se acercó más hasta que la espalda de Jake golpeó la pared.
—Eres incapaz de mantener tu boca y tu cremallera cerrada ¿no es así? ¿Qué es esto? Dos segundos después de venirte conmigo y aquí estás ¿intentando conseguir más? Jódete.
Ahora el temperamento de Heeseung empezaba a acelerarse mientras le decía al hombre celoso que estaba frente a él.
—Has hecho eso ¿recuerdas? Justamente anoche y me dijiste que no tenías tiempo ahora mismo.
Jake parecía haberse olvidado de su público. Heeseung sabía que nunca hubiera hablado de la forma que lo hizo ahora si recordara que Amelia estaba ahí. Para Heeseung, esa era su señal para recordarle a Jake exactamente a quién quería.
