"Take A Chance On Me" ☙ | 𝗻𝗼𝗺𝗶𝗻

Nueve

El mes siguiente fue de alguna manera el mejor y el peor mes en la vida de Jeno.

Finalmente podía tocar a Jaemin a su gusto, eso fue hasta que Jaemin se recuperó del placer que Jeno le había brindado, se sintió incómodo y avergonzado, y luego lo evitó como a la plaga durante uno o dos días. Jeno no podía decir que estaba sorprendido. Jaemin era... Jaemin. Se culparía a sí mismo y se sentiría culpable por cada pecado imaginado. Jeno tenía pocas dudas de que a Jaemin se le había metido en la cabeza que era culpable de permitirle libertades a Jeno, como si pudiera obligar a Jeno a comérselo o correrse sobre sus pechos.

Afortunadamente, la evasión de Jaemin no duró mucho; no parecía capaz de resistir sus impulsos, por lo que terminaron uno encima del otro en cuestión de días. Y luego el ciclo de culpa y lujuria se repitió, una y otra vez.

Fue enloquecedor.

Fue exasperante, porque Jaemin nunca dijo nada explícitamente, lo que obligó a Jeno a ser el iniciador en todo momento. Jeno podía entender por qué. Si Jaemin no había dicho verbalmente que lo quería, todavía podía reclamar una negación plausible al menos en su propia mente. Jeno había sido lo suficientemente feliz como para permitirle mantener sus delirios, siempre y cuando mantuviera a raya la vergüenza y la culpa de Jaemin, pero se estaba volviendo un poco ridículo. Ridículo y frustrante. Era obvio que Jaemin lo quería. Olía a deseo, su aroma era receptivo y ansioso, y su cuerpo... Joder, estos días, las camisas de Jaemin parecían volverse cada vez más delgadas, delineando obscenamente sus perfectas tetas, sus pezones siempre duros y prácticamente rogando por la boca de Jeno. Estaba haciendo alarde de sus tetas. Bien podría estar desnudo.

La vista volvía loco a Jeno. Quería agarrarse a sus pezones allí mismo, delante de todos, y chuparlos.

Joder, se sentía como si siempre estuviera duro estos días, su polla pesada y palpitante cada vez que Jaemin estaba cerca. Tenía miedo de que algún día se calentara y aceptara lo que le ofrecían.

Excepto que no se lo ofrecieron, en realidad no.

Jaemin todavía era demasiado asustadizo para hacer algo más que tontear. Finalmente parecía lo suficientemente cómodo como para que le acariciaran y chuparan las tetas (más que cómodo, si la forma en que se mojaba por completo cada vez que Jeno le ponía la boca en las tetas era una indicación) y parecía lo suficientemente ansioso como para que lo follaran con los dedos o comieran, pero se ponía tenso cada vez que la polla de Jeno se acercaba a sus caderas.

Aunque parecía estar bien con dejar que Jeno se corriera en sus tetas.

Debería haber sido suficiente.

Pero no fue así.

Y ese era el quid de la cuestión. Por mucho que Jaemin dejara que lo tocara, nunca era suficiente. Jeno quería más. Él quería todo.

Pero él sabía que no podía. No podía tenerlo todo. No con Jaemin. Lo sabía desde hacía años.

Mirando hacia atrás, Jeno no podía recordar un momento en el que no lo hubiera deseado. Con la perspectiva de un adulto, pudo ver lo que había sucedido: su Xeus se había imprimado en Jaemin cuando era un niño. Su bestia había elegido a Jaemin como compañero mucho antes de que Jeno siquiera entendiera lo que significaba aparearse.

Pero para ser justos, no sería exacto culpar de sus sentimientos únicamente a los instintos de apareamiento Xeus.

La simple verdad era que Jeno amaba a Jaemin.

Por supuesto, no siempre había sido el amor de un hombre. Jeno no podía precisar cuándo exactamente su amor había comenzado a cambiar del amor inocente de un niño por el omega amable y vulnerable que había imprimado al amor de un alfa por el omega con el que quería aparearse. Los límites siempre habían sido turbios. Pero cuando comenzó a tener erecciones mientras Jaemin lo cuidaba amablemente hasta que recuperó la salud, supo que no había vuelta atrás para él. Había sido un infierno. Sabía que estaba mal, pero a menudo fingía tener más hambre para poder tocar y chupar las tetas de Jaemin con más frecuencia. No podía tener suficiente, deseándolo tanto.