Felicidad Encontrada [☆]

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Mala ortografía
Personalidades cambiadas
Intento de abuso a menor de edad...

-¡Hermanita! ¡Ya se los números!- Hirosi saltaba de felicidad, Genya por su parte estaba cortando bosais del jardín de aquel hospital

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-¡Hermanita! ¡Ya se los números!- Hirosi saltaba de felicidad, Genya por su parte estaba cortando bosais del jardín de aquel hospital. Ya llevaban un mes en ese lugar y se podía decir que se estaban adaptando. Apesar de las grandes ojeras que tenía y lo pálida que estaba...

-¡Que bien Hirosi! Eres muy listo.- Dejo de lado el recado y abrazo a su hermano. -Y...¿donde está Koto?- Dijo separándose del abrazó.

-Él está en clase Matemáticas, es muy listo. Está aprendiendo los números. A ti ya te enseñaron eso, ¿no?-

-Sí. Por cierto, Hoshi-San me a dicho que Koto y tú os ponéis tristes cuando me voy por la mañana, no tenéis que preocuparos. Solo voy a las clases.-

-¿¡Pero si cuando te vas sigue oscuro!?- Exaltado, realmente se sentía mal. Su hermana trabajaba mucho mientras que ellos sólo hacían cosas simples como vendar, pasar instrumentos médicos a los profesionales y aprender en todo lo que podían.

-Sí, jajaja...pero así está bien, es fácil y no me afecta en lo mínimo. Si vosotros estáis bien yo estoy bien.-

-Claro, Gen-Gen...- No estaba muy convencido, por no decir que no lo estaba en absoluto.

-Mmm, ¿tienes que practicar algo? Trataré de ayudarte mientras hago esto.-

-Eh...Creo que solo las multiplicaciones y ya.-

-Vale, entonces, dime todo lo que sepas y yo te diré si esta bien o mal. Aunque como eres tan listo...¡no tendrás ningún fallo!-

Pasaron una media hora así, después de eso. Hirosi se fue a hacer la siesta con Koto y Genya fue a revisar a otros pacientes.

-Hofuna-San, ya está mejor. ¿Quiere que le ayude a recoger sus cosas?-

-Me puedes ayudar si te acercas.- No tenía un buen presentimiento por la cara del joven pero aun así se acercó. Mientras estuviese hospedada allí tendría que ayudar en lo máximo posible.

-¿Qué?...- Aquel susurro salió de sus labios cuando sintió que ese hombre la agarraba de la cintura para empezar a manosearla. Ella estaba confundida, aquellos toques eran muy brutos. Si no hubiera sido por el grito de una enfermera que alertó a los demás. Ese hombre hubiera pasado sus toques por debajo de su ropa...

-¿¡QUÉ MIERDA, EN QUE COÑO PENSABAS!? ¡ES SOLO UNA NIÑA! ¡DESGRACIADO!- Los demás pacientes y médicos empezaron a armar un caos en aquella sala. Golpeando e insultando a ese chico.

Genya, aun estando en paralizada y sumergida en sus pensamientos, no se dió cuenta en el momento que una chica la arrastró a una sala apartada.

-¿Estás bien? ¿Ese hombre te a llegado a tocar?- La chica, parecía ser uno de los pacientes. Tenía el pelo negro con las puntas moradas, era corto y estaba amarrado en un moño decorado con una preciosa mariposa morada entre otros colores.

EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora