Es así. Trato de expresarme, pero nadie lo sabe. Digo lo que siento, pero al resentimiento no lo tengo. Sufro cada día, la arena espesa se va terminando en el reloj. El cuenta mis minutos de vida desperdiciada, haciendo que me camuflaje entre la oscuridad de la luna, para tener dignidad. Me esta sobrepasando, ya no puedo respirar. El corer del tiempo, me atemoriza. El sólo pensar, que nadie me va a recordar. Me hace caer en un gran miedo.