La huida grupal

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Las horas pasaban y la ansiedad de Tsukishima aumentaba a tal punto que comenzaba a comerse sus propias uñas, ¿Quién era el del mensaje?

—Hinata, hoy saldré en la noche, alguien vendrá a cuidarte— Comentó al pelinaranja quien estaba sentado comiendo cereales con leche.

—¿Oh? No soy un niño como para andar con niñero— Protestó mirando mal al rubio quien no se inmutó.

—No es una pregunta, deberás hacerle caso a las reglas del doctor, por poco y te internan— Tsukishima estaba perdiendo la paciencia con Hinata, lo amaba mucho, pero a veces era muy infantil y no dimensionaba.

—Yaya, no es necesario tanto espamento barato, ¿Para qué sales?— Tsukishima quedó helado.

—Asuntos laborales— Contestó rápidamente, tan rápido que era increíble.

—No te creo nada, Tsukishima, no sales en la noche, no trabajas fuera de casa, ¿En qué mientes?— oh no.

—En nada, termina tu desayuno y ve a entrenar, ¿Acaso no mandaste el mail?— Hinata sonrió y suspiró, había dicho que sí, en efecto, pero no estaba seguro de integrarse al grupo.

Adlers era por lejos el equipo que más quería Hinata, había dejado atrás el enfrentar a Kageyama, pero no por vienes personales, si no porque requería algo de apoyo emocional de todos ahí, y otro equipo sería totalmente agonizante para el pelinaranja.

Hinata se paró y tomó su bolso, tomó el auto de Tsukishima y se dirigió al centro de entrenamiento, donde estaría esperándolo Kageyama en la puerta con un latte doble, aunque no estaba planeado eso, pero Kageyama quería que al menos Hinata este cómodo.

—Bien muchachos, hoy haremos pases simples— Al parecer nadie estaba de acuerdo con esa desición.

—¿Por qué?— Preguntó Ushijima.

—Porque me centraré en Kageyama y Hinata— Los nombrados quedaron impactados, ¿De nuevo trabajar juntos?

Estaban en una cancha separada al equipo, el entrenador le dio indicaciones claras de "armado y ataque simples", pero los ataques de Hinata son muy versátiles, son con direcciones totalmente inhumanas, carentes de sentido lógico para el ojo de un armador, a menos que sea Kageyama Tobio.

—Hinata, estuve pensando— Elevó la pelota al menor— Deberías quedarte conmigo hoy.

—¿Ah?— Suspiró al pegar la pelota que Kageyama había levantado— Es demasiado lento— Sonrió— ¿A qué te refieres con quedarme contigo?

—¿Cómo quieres que te la ponga?— Hinata se sonrojó al escuchar esto— ¿Tiene mucha parábola?

—Sí, requiero un pase más recto— Explicó con las manos— Debo encontrar un ángulo destructor— Suspiró secándose el sudor— ¿Sabés? Iré, pero porque Tsukishima no está en casa— El plan había salido rendondo.

kageyama jamás le diría a Hinata que Tsukishima lo llamó en plena madrugada para que cuide a Hinata, sería humillante para el menor, así que prefirió callar y mantenerlo como un secreto piadoso mientras el rubio hacia vaya a saber que cosa.

Las cuatro horas pasaron rápido, y para la mala suerte de Hinata, Tsukishima requería el auto, así que tocó ir a pié a la casa de Kageyama que para su suerte no estaba tan lejos de su casa.

—Pasa, deberías bañarte— Lo miró acusatoriamente.

—Lo hice, no seas grosero— río.

—¿Seguro?— Olió su cuello— No estaría tan seguro.

—Mmhg Kageyama, me haces cosquillas, basta— Hinata trató de quitarse a Kageyama de encima, pero no pudo.

A los pocos minutos, Hinata estaba totalmente sonrojado ya que Kageyama no dejaba de tocarle el cuello con los labios, no lo besaba, pero sí que hacía cosas que a Hinata le excitaban.

𝓓𝓮 𝓪 𝓽𝓻𝓮𝓼 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora