Pumpkin Night ˗ˏˋ Bustang ˎˊ˗

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Tiempo
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Habían pasado ya tres meses desde que Buster convivía con Fang. Tres meses donde convivían casi a diario y hablaban sobre muchas cosas, desde lo más absurdo hasta temas sobre tendencias actuales y donde Fang ya no usaba su caracteristica máscara o atuendo, si no algo más casual y poco a poco construyeron una gran amistad donde ambos disfrutaban pasar su tiempo con el otro.

Fang ya no era tan hostil con Buster, Buster ya no se ponía tan nervioso con la presencia de Fang y ambos disfrutaban la compañía del otro y buscaban hacer todo juntos. Se convirtieron en mejores amigos.

Todo parecía ir mejor en la vida de Buster, su familia notaba pequeños cambios en él y se sentían felices por su hijo, incluso en la escuela tenía un mejor desempeño. Para Fang las cosas también eran buenas; después de agarrar más confianza con el pelinaranja aprendió a que podía quedarse y pasar las noches en su casa y así no tener que dejar una calabaza en su lugar, incluso lo acompañaba a la escuela pero siempre procuraba quedarse lejos para no levantar sospechas, pero cuando necesitaba ayuda en clase él estaba ahí.

Con el tiempo se dio cuenta que Buster era un buen chico, un poco obsesionado con el mundo del cine y lo paranormal, era un buen amigo con los demás y siempre buscaba hacer lo correcto. Un buen hijo y hermano mayor.

Fang en un principio no entendía el comportamiento de Buster con su hermano menor Gus, creía que era tonto e innecesario pero con el tiempo se dio cuenta que en realidad jugar con su hermano era lo mejor del mundo, podía ver sus ojos brillar y esbozaba las mejores sonrisas, incluso escucharlo reír era contagioso. Con el tiempo también se dio cuenta que Buster no hacía eso con cualquiera y con él no era una excepción.

Con el tiempo se dio cuenta que los ojos de Buster siempre lo miraban con un brillo indescriptible y que le sonreía de la manera más adorable y aunque no entendía sus propias emociones (porque no sabía que podía sentir ese tipo de cosas), todo era mutuo. Porque los ojos de Fang también brillan cuando mira a Buster y una sonrisa tonta aparece en su cara, también el leve rubor en sus pómulos.

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Era Halloween, había pasado un año desde que Buster invocó al demonio con mascara de calabaza y lo convirtió en su mejor amigo. Sin duda el mejor año.

Desde la perspectiva de Buster él amaba a Fang, se había enamorado perdidamente de ese maldito demonio que invoco y todo era confuso. No sabía como afrontar sus sentimientos porque todo era raro, ¿Se había enamorado de un muerto de hace décadas? Su cabeza daba vueltas cuando pensaba mucho en eso y todo terminaba en un "estoy enamorado de él".

Sentía desesperación por no saber como transmitirle su sentir al mayor, tampoco era algo que supiera como plantear o tuviera con quien hablar, ¿Cómo iba a plantear de quién estaba enamorado?

Su solución más inteligente fue tratar de estar con alguien más para ver si así "apagaba esos sentimientos".

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Buster tendría una cita, una cita con Grom.

Para Fang lo más inesperado no fue saber la orientación de su amigo, si no saber que iba a tener una cita con alguien. Nunca le había contado de él, ¿A caso le ocultaba cosas? ¿Su vida amorosa si era tan privada? Sintió nerviosismo y algo de tristeza cuando se enteró que esa misma tarde tendría su cita. Lo único que hizo fue esfumarse.

No había ido a ningún lado, solo se quedó escondido en algun rincon de la casa y le costaba asimilar sus emociones, no sabía que podía sentir esas cosas, podía sentir como si su corazón fuera estrujado y sentía celos del chico con el que saldría, ¿Qué clase de nombre es Grom?

No pudo evitar sentirse mal por sus acciones y al mismo tiempo arrepentido, ya era tarde, Buster ya se había marchado de su hogar y ahora tendría que esperar para volver hablar con él.

Claro que Buster había notado la actitud del peligrisaceo y estaba confundido, quería hablar con el y sincerarse pero el otro se fue y el tiempo se le agotaba. Definitivamente hablaría con él cuando estuviera de regreso.

Pasaron las horas y para Fang la espera era eterna, sintió un Deja Vu en pensar en la eternidad, ¿Cuánto tiempo llevaba vagando por el mundo?

–¡Estás aquí!– La repentina voz lo hizo sobresaltarse, Buster había llegado y corrió hasta llegar a él y abrazarlo.

Un abrazo. Fang sintió desvanecerse.

–Lamento mucho dejarte así– Hizo una pausa para después tomar las manos de Fang y continuar. –Necesito hablar contigo–

Fang lo miraba atento.

–Escucha, va a sonar raro pero me gustas– Sus mejillas se ruborizaron y sonrío nervioso. El peligrisaceo solo pudo atinar a reír y Buster tembló asustado.

No, no se reía por la repentina confesión, estaba demasiado nervioso que no sabía como reaccionar.

Fang lo abrazó.

–Si que suena raro– Habló nervioso. –Vienes de una cita, ¿Cómo me vas a decir eso a mi?– Lo empujó de broma.

–Pasamos tanto tiempo juntos, disfruto mucho tu cercanía y me agradas demasiado, para mi eres increíble y te aprecio demasiado– El pelinaranja sentía mucha vergüenza al hablar.

Los ojos de Fang brillaban y en sus labios se había formado una tímida sonrisa. No respondió a la confesión ajena con palabras, si no con un suave beso en los labios contrarios y después un abrazo.

Estaba sintiendo algo que jamás conoció y era mágico, no quería que la sensación terminara.