Un día antes del pesaje el estaba en mi habitación, y no solo el, casi todos los peleadores hombres estábamos ahí a excepción de Agustín, era noche de películas
Ambos estábamos sentados juntos, tomados de las manos como dos adolescentes enamorados
En un momento su mano dejo de estar sobre la mía y paso a estar sobre mi muslo, no le habría tomado importancia si se hubiera quedado ahi, quieta, la cosa estaba en que se movia demasiado cerca de mi entrepierna mientras apretaba el agarre
Nadie podía notarlo pues, al yo ser el anfitrión estábamos en la cama, recargados en la cabecera y aldo, quien estaba más cerca, estaba a nuestros pies
Así estuvo un buen rato, al menos una tercera parte de la película estuvo así
aldo se levantó de donde estaba, puedo jurar que vi como se dio cuenta de la mano de plex sobre mi
— Ay no chicos, yo creo que ya mejor hay que irnos a dormir, ya son casi las dos y mañana tenemos que levantarnos temprano — tenía razón, ya era muy noche y mañana es un día importante
— yo opino igual — habla Roberto mientras se pone de pie
Poco a poco los chicos van saliendo de mi habitación
Antes de que Aldo salga veo como me guiña el ojo, ese pinché chaparro es más listo de lo que parece
Plex por su parte se queda aquí, acariciandome mientras yo acomodo sus mechones alborotados, esperando que por fin se digne a besarme, pero no lo hace
En su lugar comienza a acariciar más arriba de mi muslo llegando a mi abdomen, de ahí a mi cintura, luego mi espalda baja y vuelve a empezar el mismo recorrido una y otra vez
Es un toque suave y delicado pero yo no quiero esto, yo lo quiero a él en este momento
El lo sabe porque al ver mis ojos no esconde esa sonrisa burlona
Deja de acariciarme, se levanta de la cama, da un pequeño beso en mi frente y sale por la misma puerta qué todos los demás
Dejándome solo e ilusionado
La misma situación que la vez pasada
Tal vez el realmente no me quiere como yo lo quiero a él, digo, no ha tenido el valor de siquiera besarme y cuando yo trate el se apartó, si no es eso entonces definitivamente no se lo que es
Lo mejor será dejar de prestarle atención, si el no me quiere entonces no le voy a dar el gusto de tenerme como su tonto
Sin darme cuenta caigo dormido y como si hubiera dormido un segundo me despierta la llamada de aldo junto con 20 mensajes del mismo
Rápidamente me cambio, tomo mi celular y salgo corriendo al elevador para bajar al primer piso
Al llegar a la recepción veo que ya algunos se están subiendo a los camiones y aldo esta en la puerta, gritando qué me de prisa
Al llegar con el, lo primero que me recibe es un zape
— buenos días para ti también — digo algo adolorido
— Che puerco — eso me toma por sorpresa — ya te diste al plex
— ¿disculpa? — entiendo que el vio que me estaba acariciando, pero lo que estaba diciendo era otra cosa
— ayer lo vi salir de tu cuarto un rato después de que todos salimos, con el pelo desacomodado y muy sonrojado — okay esto era un malentendido
— ah eso, no, no cogimos, estuvimos un rato haciéndonos mimos pero nada más — el recuerdo de querer besarlo y que el se fuera dejándome solo vuelve a mi memoria