Yo ya había llegado a España junto con Aldo, estaba tan ansioso por verlo después de tantos meses, bueno, tal vez no tantos pero estaba emocionado, incluso había llegado 3 semanas antes del evento solo para verlo antes
Durante el tiempo que yo estuve en Mexico apenas habíamos hablado y eso me estaba matando
Al llegar al hotel lo volví a ver, estaba hablando con la recepcionista, lucia diferente, más tonificado y más bronceado
El entrenamiento definitivamente le había hecho un buen cambio
Me emocione cuando volteo a verme, una mirada tan profunda
Pude ver una pequeña sonrisa burlona en su rostro y no podía lucir más lindo
— yo digo que si te gusta — escucho a aldo decir al lado mio — ya ve y besatelo, no le digo a nadie
Le diría cosas como de costumbre pero es que tenía razón, si me gustaba plex
Me parecia tan linda la manera en que me miraba, como me hablaba aunque me daba pena que la gente supiera mi sexualidad, en este momento no podía importarme menos
Con el las cosas se sentían diferentes, fluidas, como si fuéramos dos gotas de agua qué caen juntas desde las nubes, no había importado el tiempo que estuvimos separados sino el que planeaba qué estuviéramos juntos
Me dedico una última mirada antes de subir al elevador camino a su habitación
Estaba tan distraído que no note que aldo ya estaba haciendo check in mientras yo seguía ahí parado
Nos registramos y todo normal pero no podía dejar de pensar en la última vez que vi a plex, como me llevo de la mano a lo oscuro y como me lance a besarlo, creo que fui muy apresurado pero de verdad sentía la necesidad de tener sus labio contra los mios
Subimos a las habitaciones, resulta que mi habitación estaba enfrente de la de plex, que suerte la mía
Al día siguiente tenía que ir a entrenar así que me levante temprano para bajar a desayunar
Al salir de mi cuarto me encontré con plex en el pasillo
— mucho tiempo sin vernos Osvaldo
— ¿y eso? — era la primera vez que me llamaba por mi nombre
— nada, pensé que era mejor llamarte así
— gracias pero yo aún no se tu nombre real
— Daniel, llamame Daniel — qué bonito nombre
Seguimos caminando hasta el elevador, al entrar y presionar el piso al qué queríamos ir, el tomo mi mano, no de la manera en que lo hizo la otra vez, de una manera más dulce
Y eso se volvió rutina durante las siguientes dos semanas, salíamos juntos a recorrer las calles de Madrid tomados de la mano o simplemente a pasear por el hotel juntos
Yo sabía lo que el sentía por mi y el sabia lo que sentía por el, pero aún así no nos habíamos dado nuestro primer beso
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amor en el ring (elmariana Y yosoyplex)
Fiksi PenggemarAl final del día todo sale a la luz