Capitulo 7

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Te conocí por casualidad, un día de esos en los que visitaba a mi tia, la que vivía en otra ciudad. No sabía que mi tía había invitado a un amigo suyo y sin preguntar entré al cuarto de invitados asustándote porque te estabas desvistiendo.

Gritaste el nombre de mi tía y ese día habrá sido el día en el que más me habrán regañado. Pero eso fue lo de menos porque mi curiosidad por ti me llevó a no querer irme de la casa de mi tía. En esas cinco semanas en las que me levantaba a las cuatro de la mañana para ir a tomar el subte y llegar a horario a la escuela descubrí que tenías veinte años, estudiabas gastronomía, que tu risa era tan pegajosa que hasta podrías hacer reír al malhumorado del profe de química, y que eras la pareja de mi tía.

Fué rara la sensación en mi pecho cada vez que te miraba, era tan cálida, tan instantáneo porque se transformaba en incomodidad cuando veía el brillo en tus ojos cuando le hablabas a mi tia.

El hecho en el que haya aceptado a escondidas dentro de mi que tenias una parte de mi amor y tu insinuando que se me notaba el amor que sentía por Gian.

No lo sabías porque no iba a arruinar la felicidad de dos personas a las que amaba pero medio año después cuando me enteré que mi tia te había marcado y estabas embarazado mis emociones se mezclaron que mi ciclo de rut llegó y por primera vez no te habia pensando.

Porque de todas las veces que había besado a alguien pensaba que eras vos y sabía que no era lo correcto pero era lo más cercano que podría llenar mis fantasías. No sabía que mi amigo me podía ayudar a olvidarte y eso me hizo querer alejarlo porque si, no te quería olvidar, porque me gustabas tanto que olvidarte me parecía la peor solución.

Lo que más incoherente me pareció fué que él fuera quien te quitara de mi mente. Él era tan diferente a ti, en el aspecto físico y en el mental.

Intenté tomar otra ruta, tratando de enamorarme, mi amiga Carolina me ayudaba en eso, me llevaba a fiestas en las que conocí a muchos omegas y betas.

Me casé con la cura de este amor unilateral, no de una forma en la que mi opinión contaba pero me acostumbré. Ya solo sentía amor del que una persona siente por un familiar por ti.

De hecho, desde que te olvidé las cosas se pusieron complicadas. Mi mejor amiga golpeó a mi esposo lo que me hizo alejarme de ella, después me enteré que solo yo la veía como amiga. Que yo era la única persona que creía que ella era una buena persona por así decirlo.

Me hace sentir tan asqueroso el pensar en verla de nuevo. En todos los años de casado que tengo nunca pensé en romper la promesa de serle fiel a mi esposo aunque no me haya casado porque lo deseaba. Nunca lo hice y es por eso cuando me enteré de que Carolina estaba embarazada pero no de su pareja me sentí culpable por ocultárselo a la pareja de Carolina.

Hasta ahora creo no conocer en verdad quien fué ella todo el tiempo. Pero ya no me interesa.

Te hago esta carta para marcar una nueva etapa en nuestra relación. Porque amo a mi tia, porque respeto a mi esposo y porque se que no eras indiferente a mis sentimientos.

Ya no te amo de la misma manera.

Atentamente: Julian Gomez Scharnato.

Posdata: Voy a ser papá.







Ocho años atrás.

El dolor en su cabeza, la punzada en su pelvis, el calor que lo envolvía y las fuertes ganas de unirse sexualmente con un omega lo consumían.

Su primer ciclo de rut, ese momento en el que el adolescente experimenta el deseo intenso de sexo, por naturaleza se dejan llevar por sus impulsos y algunos por no decir la mayoria terminan violando omegas.

La fuerza del alfa en su ciclo de rut aumentaba, a Julian el sentimiento le era desconocido y sin la ayuda o gia de nadie le era difícil sobrellevarlo. Había despertado para ir esta mañana a la escuela pero una oleada de calor le retuvo.

La casa se encontraba sola, sus padres habían marchado para celebrar su aniversario.

Deslizó su mano dentro de su pantalón y empezó su trabajo en vano. Simplemente no se calmaba ni un poquito.

El timbre de su casa sonó pero lo ignoró. No recibiría a nadie y nada en su estado. Sus sentidos se pusieron alerta cuando sintieron la presencia de otro individuo, precisamente de un omega. Levantó su mirada encontrandose con su amigo; Gian.

-¿Estás bien?- preguntó en un susurro acercándose Gian. Cada paso era una tentación que Julian no se permitiría tomar, no de su amigo.

-No es momento, vete- dijo entre quejidos de dolor Julian. Reprimiendo sus deseos carnales, haciéndole contra a su naturaleza.

-¿Para que busques a la zorra de Carolina?

-No me puedo controlar, Gian. Es raro,... las ganas que tengo de romperte...Pero somos amigos, vete.

-Nunca me has mandado, nadie lo hizo y yo me quiero quedar, te voy a consolar porque...- Se acercó a Julian besándolo-he notado que me amas y a mi me gustas.

Julian no se controló más y tomó a Gian de la muñeca jalandolo hasta la cama y posicionándose encima suyo. Sus ojos ahora negros con una linea celeste se perdieron en el cuello de Gian comenzando a morder y besar la sona, inhalar la glandula de las feromonas para saciarse.

Una mano se deslizó a la pelvis de Gian bajo la camisa de este. Siguiendo su camino hacia arriba precisamente en los pezones de dicha persona, primero rozandolos para luego pellizcarlos sacándole un jadeo de impresión a Gian.

Su otra mano la cual seguía agarrando la muñeca de Gian liberó esta y fué directo a los pantalones del más bajo. Con ayuda de sus piernas separó las piernas de Gian y se posicionó en medio de estás. Bajó el pantalón de Gian tirándolo por algún lado de la habitación.

Gian seguía jadeando por cada mordisco y pellizco de Julian. El alfa dejó de tocarlo para bajar sus propios pantalones y boxers liberando su pene erecto. Alineó su pene en la entrada de Gian e iba a comenzar a deslizarse si no fuera porque Gian tomó su pene deteniéndolo.

-¡Espera! ¿Así solo? ¿No me vas a preparar? En mi primera vez- Solo se ganó un gruñido de parte de Julian quien le retiró la mano y le besó. Un beso largo y profundo, tanto que no reaccionó al dolor en su entrada hasta que un cuarto del pene de Julian estaba dentro- ¡Ah! jhum... detente.

- La mia también- al alfa de Julian no le gustaba ver lloriquear a Gian, así que, para no verle las lágrimas decidió darlo vuelta y así continuar metiéndose dentro de su cavidad.

Le apretó de la cintura manteniéndolo firme y mordisqueando la espalda del menor fue que empezó con un vaivén lento que a los diez minutos empezó a aumentar de ritmo.

-Di-dime algo- suplicó Gian rotando su cabeza hasta quedar frente a frente con Julian.

-No tengo condones.

Culpable, horrible, cobarde, un monstruo fue como se describe a sí mismo una vez que recupera la conciencia en sus actos y observa el cuerpo inconsciente de su amigo a su lado, los moretones en su muñeca y cuello, su cuello lleno de marcas rojas y de mordidas profundas. Básicamente todo su cuerpo lleno de esas marcas.

Se puso nervioso cuando el omega abrió los ojos y lo miró- Te amo, Juli- sonrió paralizando a Julian quien se levantó y se fué al baño en donde lloró.

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⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

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