Los sollozos de una maestra y Las risas de una alumna

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Castillo de Canterlot – Por la mañana

Hacia un hermoso día soleado en la ciudad capital de Equestria, Estaba tan colorida como cualquier día y llena de todo tipo de ponys como cualquier otro día, cada uno de ellos hacían sus respectivas actividades, algunos otros cuidaban de sus negocios, otros visitando las innumerables tiendas en la ciudad, otros más venían a ver la glamurosa ciudad o simplemente viendo a la hermosa ciudad que veía atreves de su ventana, este era el caso de la princesa, gobernante de toda equestria y sus aledaños, la encargada de protegerlo

Y de cuidarlo como lo hacía su hermana...

-Princesa-, fue la voz de cierto mayordomo, el cual miraba a la princesa con incertidumbre, -¿Esta todo bien?-, le pregunto a su princesa con algo preocupación mientras se acercaba lentamente hacia el lugar donde se encontraba la mencionada, -¿Le molesta tanta luz en el salón?, no se preocupe, enseguida hare que los cambien-, diria velozmente el pequeño sirviente el cual ya estaba preparando para salir disparado del lugar en su noble misión

Ante esta reacción de su mayordomo la princesa solo pudo dar una leve sonrisa ante las preocupaciones de su fiel sirviente, -No es necesario Tiberio, me gusta como todo el lugar-, diria la alicornio caminando hacia ningún lado aparentemente

-Simplemente miraba el reino-, diria algo melancólica

- Princesa sabe que puede contar conmigo para lo que sea, ¿verdad?-, esto haría sonreír a la alicornio ante la preocupación que su fiel mayordomo sentía por ella

-Claro que cuento con tu ayuda tiberio, simplemente estaba pensando en algunas cosas del pasado-, diria la monarca con una sonrisa tranquilizadora a su angustiado mayordomo y el mejor amigo que hubiese pedido

-Bueno si usted lo dice-, diria la pequeña zarigüeya mientras seguía con su andar, -Hoy nos toca una junta para solucionar algunos problemas de los pueblos aledaños, varias presentaciones, estar presente en multiples eventos por todo Canterlot, también nos toca inaugurar la nueva pastelería-, diria tiberio mientras imaginaba los nuevos tipos pasteles que podría probar, una acción que sacaría unas risitas de su señora

-Ah! y después de eso tenemos que participar como jueces en el concurso de las plantas, luego otra inauguración y después...-, fue en ese momento que la alicornio dejaría de prestarle atención

A ella no le molestaba realmente el escuchar a su querido amigo el recordarle su agenda para este día, ya lo había hecho los últimos años y lo dejaría hacerlo el tiempo que el quisiera

¿Por qué no lo dejaría?

En base a su experiencia tener a tiberio fue la mejor decisión de su vida, este pensamiento la hacia sentir orgullosas y como una gran madre al recordar el día que encontró a su pequeño amigo...

[Si tan solo pudieras ver esto hermana], dijo la princesa mientras miraba a su mayordomo unos pasos atrás de el con una sonrisa materna, [si tan solo hubieras visto lo que son capaces de dar toda las especies de equestria cuando las tratas con amor, tal vez tu...], Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando noto un pequeño destalle, ella ya no se encontraba en el castillo y en cambio se encontraba cubierta de la más profunda oscuridad, -¿HOLA?, ¿Tiberio estas aquí?, ¿Alguien?-, preguntaría la monarca de equestria, esperando desde el fonde de su corazón que no fuera lo que ella estaba pensando

-Sabes, jamás me canso de esto querida hermana-

Esa voz...

Ella la reconoció al instante, desesperada en saber dónde se encontraba la dueña de esa voz miraría hacia todos solo para toparse con la más oscura negrura

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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