La Luz de Alice

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Aproximadamente hace dos años, cuando Alice llegó a su antiguo vecindario, la casa que la vio crecer, sintió una mezcla de nostalgia y emoción. Aunque hubo días difíciles, está muy segura de que en ella quedan los días felices.

—Por fin en casa —suspiró feliz, limpiando la suciedad de su cara con su mano, aunque solo consiguió ensuciarse más. Cuando se vio en el espejo que acababa de colocar en la habitación recién pintada y libre de polvo, se carcajeó, ensanchando su sonrisa.

Bajó por las escaleras, viendo el polvo acumulado por años de soledad. Aún le faltaba mucho por limpiar, pero al menos su dormitorio ya estaba libre de cucarachas y roedores, gracias a su pequeña Lucy.

—¡Lucy! Ven por agua —gritó mientras sacaba una botella de la hielera que le había llevado su amigo Husk. Él le había ayudado a traer unas cuantas cajas y comida desde temprano, pero debía trabajar, así que en cuanto descargaron las cosas de su camioneta, se fue del lugar. A Alice solo le quedaba esperar que el camión de mudanzas llegara.

Un maullido la sacó de su pensamientos. —Toma, linda —dijo mientras bajaba el plato con agua fresca para su fiel compañera—. Las cosas han cambiado tanto... ¡Mira! La casa de enfrente está completamente reconstruida y la casa de la zorra de Susan sigue en pie —exclamó sorprendida asomándose por la ventana—. Mira, Lucy, la casa de Carmilla sigue igual, aunque la de Zestial está muy deteriorada. ¿Por qué será? —murmuró mirando a su gatita, que la observaba con sus grandes ojos azules.

Eran las 10 de la mañana cuando vio que un camión de mudanzas llegaba. —¡Ya llegó! —gritó Alice, haciendo que el felino saltara del susto. Lucy también se sobresaltó cuando su dueña salió corriendo y azotó la puerta.

—¡Por aquí! —Un auto negro se aparcó frente a su casa y el camión en la casa de al lado. La voz seria de un hombre llamó su atención, haciéndola retroceder al darse cuenta de su error.

—Sí, gracias por cuidar de Charlie. Te juro que solo serán unos días, Sera —el hombre rubio salió del auto, dando indicaciones a los trabajadores con sus manos— Me lo imagino, no somos una familia madrugadora.

Alice se sintió avergonzada y volvió sobre sus pasos, sin quitar la vista del hombre de aura imponente que hablaba por teléfono. Se preguntaba qué hacía un hombre tan pequeño pero que se ve tan importante en ese viejo vecindario.

—...tengo que ir a visitarlos en un rato, no sabes cómo odio eso... —cerró la puerta con lentitud, dejando de escuchar al hombre rubio, que por alguna razón no le daba buena espina.

Su gatita se restregó en sus pies y Alice la alzó en brazos.

—No nos acerquemos a él, esperemos que no haga nada ilegal —susurró asomándose por la ventana y viendo las cosas que entraban a la casa, aunque no veía el auto negro—. ¿Eso es un triciclo?

—¡Buenos días! —una dulce voz llamó a la puerta—. Soy parte del comité de vecinos.

—¿Todavía existe esa tontera? —se quejó, escondiéndose tras las cortinas. Volvieron a tocar.

—Vi cómo las cortinas se movían, no me iré hasta que me abras —con un ligero tono amenazante en su voz, Alice pareció reconocerla.

—Buenos días, soy-

—¡¿Rosie?! —abrió la puerta rápidamente, emocionada al pensar que su amiga de la infancia era la que llamaba a la puerta.

—¡Sí! Soy Rosie, ¿cómo sab... ¡oh mi! ¡ALICE! —cuando la rubia ceniza por fin se dio cuenta de quién era, no dudó en abalanzarse en un tierno abrazo— ¡Qué bien te queda el cabello rizado, querida!

Alice se separo del abrazo y toco su melena castaña y esponjada, finalmente recordó lo desaliñada que se veía y sintió cómo la vergüenza le ardía en las mejillas.

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No saben las ganas que tenía de hacer una historia appleradio pero donde pudiera incluir las versiones gato de ellos!! Amo a Catalartor!!
Bueno, no es la primera vez que subo algo a wattpad pero si es mi primera historia que no es un one-shot y estoy muy seguro que si le dan una oportunidad se van a dar cuenta que soy un perre novate
Así que les pido paciencia ✨️✨️