Luego de comunicarle a Rosie la llegada inusual de ese día, Harry continúa en el trabajo, y a las once en punto se dirige a su vehículo, dispuesto a ir al único lugar que sabe que estará abierto y encontrará lo que necesita.
Esa mañana, en el trabajo, una curiosa chica le ha hecho recordar a Louis, y recordar cómo se dirigió a él la noche pasada, causando en él de inmediato una ola de arrepentimiento y tristeza; porque Louis estaba mal, él lo sabía, pero la sobrecarga de trabajo lo ha hecho actual sin pensar correctamente y ahora Louis debe estar aún más decaído de lo que ya estaba. Porque anoche sintió cómo él lloraba y se escondía bajo la cama, probablemente cubriendo sus oídos y exclamando: "Aléjense, váyanse de aquí".
Por lo tanto Harry quiere disculparse y compensarlo merecidamente, sin chocolates ni peluches. Algo que sabe hará completamente feliz a Louis.
Así que va por él.
*
Cuando llega a casa su saco zumba y sus dedos cosquillean, todo está en silencio y Rosie se encuentra en el sofá, leyendo un libro.
"¿Dónde está Louis?" pregunta.
"Probablemente durmiendo, Harry, son pasadas las doce" Rosie le mira.
"Lo sé, pero ¿podrías ir a buscarlo, por favor? Esto es importante"
"De acuerdo" ella asiente y le levanta, moviendo sus pies al segundo piso.
Harry mientras arregla el obsequio para Louis y se prepara. Está muy emocionado, así como nervioso.
Y todo está perfecto hasta que escucha un grito desgarrador que le encoge el corazón, Rosie lo llama desesperada, gritos histéricos llenando la casa y él corre como no ha corrido nunca en su vida para llegar hasta la habitación de Louis y encontrarse con una escena que le quita todo el oxígeno del cuerpo.
Louis está colgando del candelabro, una soga besándole el cuello.
Pero Harry no pierde tiempo en lamentos y rápidamente sujeta su peso, levantándolo. Rosie atina y se sube al banco que posiblemente Louis utilizó para subir allí y lo desenreda, quitándole la cuerda por la cabeza y Harry lo baja, piel pálida, labios secos y ojos aún entreabiertos, Harry los cierra dolorosamente y aprieta las mandíbulas, intentando controlar todo lo que se está desatando dentro de él.
Puede ver cómo Rosie, desesperada, marca a emergencias y él la detiene, tomándole suavemente la mano y negando con la cabeza. Ella le mira, entre gruesas y codiciosas lágrimas, escurrimiento nasal y un temblor incesante "No, no, no", pero desvía la mirada de los ojos verdes de Harry, caídos, con lágrimas contenidas, y nota su otra mano en el cuello de Louis.
No tiene pulso.
"¡No, no es verdad! ¡No! ¡Él me dijo me mañana jugaríamos a los escondites! ¡¿Cómo se atrevería?!" y entonces Harry se rompe, soltando un grito ahogado y abrazando a Louis con todas sus fuerzas, sollozos escapando de él sin su permiso y sintiendo cómo su sangre dejaba de correr.
Porque era verdad.
Rosie se abraza en el suelo e hipa. Y luego de unos minutos dice, tratando de controlarse "Debí habértelo dicho"
Y Harry le mira, con los ojos rojos, y ella continúa.
"Jamás fue una etapa, Louis jamás mejoró. Él sólo se estaba hundiendo más. El Doctor dijo que su sensibilidad podría ser extrema. Que Louis se había descarrilado y ya no había vuelta atrás" Gime en un sollozo, frunciendo su expresión. "Yo... los oí anoche"
Y ahora Harry siente todo en él funcionando correctamente, sólo para hacerlo más doloroso. Para que la culpa caiga en su conciencia y realice que en Louis no volverá, y él aún lo tiene entre sus brazos, con los ojos cerrados y una marca recorriendo su cuello, etiquetándolo.
Louis estaba enfermo, y él lo sabía.
Porque sólo hizo falta alentarlo la noche anterior, abrazarlo, y responderle cuando Louis preguntaba si realmente lo seguía amando.
Y tal vez habría sido suficiente decirle a Rosie en su llamado que llegaría tarde porque preparaba una sorpresa para Louis, una promesa.
Y quizás Louis lo habría considerado, porque lo que retumbaba en el saco de Harry no era más que un anillo de verdad.
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Acknowledge || Larry Stylinson
FanfictionEn donde Louis tiene psicosis maníaco depresiva.