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Enzo.

¿Qué si estaba en mis 5 sentidos?. Mierda, no lo sé. De lo único que estaba seguro era de lo maravilloso que era ver a Matías montarme. Bajaba y subía a su ritmo, un ritmo caliente y exquisito, dejaba que tomara el control, que él dominaría y lo estaba haciendo tan bien.

—Ah~ —gimió de placer, me rodeó el cuello con ambos brazos y jugó con mi cabello—. Dema- demasiado profundo —logro artícular.

—Vamos conejito —me acerque a su oreja, mi voz salía más ronca de lo normal por el placer—. Se un buen saltarin y monta el pene de papi —Matias se contrajo, ambos estábamos sudados.

Empecé a lamer y chupar su cuello haciendo un viaje hasta llegar a sus pezones, sujeté bien la cadera de Matías ayudándolo a montarme mientras lamía uno de sus pezones, debía distraerme, el ritmo de Matías era exquisito, más que maravilloso. Pero preferiría que él tomara el control, por ahora.

—Ah, Enzo...creo.. creo que me voy a venir —Gimió—. ¿Creció? —articulo al sentir que mi pene había crecido.

¿Y cómo no hacerlo?. Escucharlo gemir mi nombre era poesía pura para mis oídos. Empecé a masturbar el pene de Matías , haciendo delirar en el proceso.

—Enzo no..., si me tocas a si yo —sus paredes le succionaban también.

—Vamos conejito, estás montando tan bien el pene de papi, sigue así. Vengamonos juntos —con mi otra mano lo ayude a acelerar el ritmo, en la habitación lo único que se escuchaba era chaspoteo de nuestros cuerpos y los gemidos de Matías.

Matías se vino en mi mano, sus paredes apretaron mi pene succionando hasta no más poder, aún así lo seguía embistiendo hasta venir. Salí de él concuidado.

—Ah —de un rápido movimiento deje a Matías boca a bajó, este me miró sorprendido.

—¿No creerás que ya terminamos, verdad? —dije aún agüitado mientras me quitaba el condón, lo ate y lo tire por algún lado de la habitación, luego la limpiaria.

—Espera recién me vine —Matias se negó pero supe que en realidad eso lo volvió a excitar, agarre otro condón, lo abri con mis dientes y lo deslicé sobre mi pene.

—Deje que te adaptaras a tú ritmo, ahora lo haremos al mío. Si quieres parar tú solo dime, lo que menos quiero hacer es dañarte.  —Matias se había volteado, aproveche para besarlo, adentre mi lengua en su boca explorando cada parte de ella. Al separarnos el hilo de saliva aún conectaba nuestros labios. Lo mire a los ojos, quería que se sintiera seguro, que supiera que por nada del mundo le haria daño.

Enamorandote. [Enzo Vogrincic X Matias Recalt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora