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"Me tienes yendo a terapia y ni siquiera fuiste a pedir perdón"

Desde aquella fatídica noche en el restaurante donde todo comenzó, la vida de Jake se había convertido en una sombra de lo que alguna vez fue. Sus días transcurrían en un torbellino de dolor y confusión, y la ruptura con su novio, que había sido su mundo durante cinco años, lo dejó desorientado y vacío.

Jake apenas iba a clases. Las pocas veces que se lograba asistir, no lograba concentrarse en absoluto. Sus profesores lo miraban con preocupación, conscientes de su repentino cambio, pero incapaces de llegar a el.

Las noches eran aún peores. Jake yacía despierto en su cama, con los ojos abiertos de par en par, mirando fijamente al techo mientras los recuerdos de su relación pasaban como una película interminable en su mente. La falta de sueño comenzaba a afectar su salud, sus ojos siempre enrojecidos y su rostro pálido reflejaban la batalla interna que libraba cada día.

La comida se había convertido en una obligación más que en una necesidad. Sus amigos intentaban animarlo, llevándole sus comidas favoritas, pero jake apenas las tocaba. Su cuerpo se debilitaba, pero el dolor en su corazón era mucho más fuerte que el hambre.

El mundo seguía girando, pero para jake, el tiempo parecía haberse detenido. Cada esquina de la ciudad le recordaba algún momento feliz con heeseung, y la tristeza se volvía insoportable. Todo aquello que antes la hacía sonreír ahora solo le causaba dolor. Jake sabía que debía encontrar una manera de seguir adelante, pero en ese momento, todo lo que podía hacer era intentar sobrevivir un día más.

Tanto como sus amigos y su hermano estaban cansados de esta situación,buscaron ayuda, sabían que si lo dejaban así terminaría muy mal. El cuerpo de Jake cada vez parecía más débil.
¿Cómo era posible que una simple ruptura le afectará tanto?

Jake asistió a terapia durante 9 meses completos, esperando que ese tiempo fuera suficiente para olvidar a su amado heeseung. Sin embargo, en lugar de mitigar su dolor, parecía que cada sesión lo hacía extrañar aún más.

Aun así salió adelante, total. Heeseung no regresaría a el, es algo que le dolía pero tenía que aceptar, probablemente nunca volvería a ver esos lindos ojos de Bambi que tanto amaba, jamás volvería a sentir sus brazos en un cálido abrazo, jamás volvería a sentir sus labios.

Antes de que las terapias terminarán, Un ángel apareció en la vida de Jake, devolviéndole las ganas de vivir. Y aunque parezca extraño, ese ángel resultó ser un cachorro, o más específicamente, una cachorrita.

¿Cómo era posible que una cachorra hubiera hecho más por Jake en 4 meses que los psicólogos en ocho meses? Ni, ni idea, así que sigamos.

Esa adorable cachorrita que Jake afirmaba haberlo salvado, era Layla, una Border Collie que encontró un día en una caja cerca de su casa. A Sus padres nunca les gustó la idea de tener mascotas en casa, aparte de algunos peces, pero Jake sintió una conexión instantánea con la pequeña cachorra desde el momento en que la vio.

No saben lo mucho que Jake le rogó a sus padres para que la cachorra se quedará con ellos, no solo el, si no también su hermano., Jay tampoco era muy amante de los perros pero sabía que este camino le ayudaría mucho a la salud mental de su hermano, así que a los padres accedieron a tener s Layla en casa.

Jay no estaba equivocado cuando dijo que Layla sería de ayuda para que su hermano mejora su salud mental, ya que después de haberla adoptado Jake había mejorado mucho en cuanto su salud no solo mental, si no también física.

Extssy Model ★ HeejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora