06

116 13 2
                                    

El camino de regreso a casa de mis padres estaba envuelto en un silencio tenso. Las luces de la ciudad pasaban rápido por la ventana del coche, mientras mis pensamientos giraban aún más rápido. Any estaba sentada a mi lado, con una expresión de satisfacción tranquila, y mis padres estaban al frente, intercambiando miradas que prometían un interrogatorio en cuanto llegáramos.

Finalmente, el coche se detuvo frente a nuestra casa. Al entrar, mis padres no perdieron tiempo en empezar a preguntar.

—¿Y bien? —preguntó primero mi madre—. ¿Cómo fue todo? ¿Lograron llamar la atención del joven Goof?

—Sí, mamá. —respondí, tratando de mantener la calma—. Creo que todo salió bien. Max y yo bailamos y conversamos un poco. La gente parecía impresionada con Bree.

Se que ella era la más interesada en todo esto, es muy buena consiguiendo lo que quiere incluso llega a convencer a todos para ello.

—Eso es maravilloso hijo —dijo mi padre, aunque su tono tenía una pizca de duda—. Pero, ¿qué tal es esa familia realmente? He oído que el padre, Goofy, aunque ahora tiene dinero, sigue siendo tan tonto y torpe como siempre. Y su hijo, debe ser igual, ¿no?

Sentí un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Max no me había parecido ni tonto ni torpe. De hecho, había sido bastante agradable. Pero sabía que cualquier defensa de su carácter podría levantar sospechas sobre mi propio comportamiento y por ahora era lo que menos quería.

Any, siempre rápida para intervenir, habló antes de que pudiera decir algo. —La familia Goof es bastante simpática, en realidad. Max fue muy atento y educado con Bree. Pasamos un buen rato y creo que hicimos una buena impresión.

Mi madre arqueó una ceja, claramente no convencida. —Eso espero, Any. Necesitamos asegurarnos de que esta relación prospere. No podemos permitirnos ningún error, es nuestra salida fácil de la situación en la que estamos.

—Sí, claro —dije, forzando una sonrisa—. Todo salió bien esta noche. La gente adoró a Bree.

Mi padre asintió, satisfecho por el momento. —Perfecto. Porque habrá otro evento pronto, y necesitamos que Bree esté presente y luzca tan encantadora como hoy.

Asentí, aunque en mi mente se acumulaban dudas. Mientras mis padres seguían hablando de estrategias y expectativas, yo no podía dejar de pensar en Max. En la fiesta había sido completamente diferente a lo que esperaba. Había sido amable, considerado, e incluso divertido. Recordé nuestra conversación en el jardín y la forma en que había manejado mi torpe caída en la pista de baile.

La primera impresión que tuve de él no había sido precisamente la mejor o más grata. Pero ahora, estaba en un dilema. No quería dañarlo ni ilusionarlo con esta farsa, pero tampoco podía defraudar a mi familia.

Igualmente me preguntaba porque ese día estaba tan alterado, yo lo estaba por la compra de los vestidos y mi madre pero, él?

Después de un rato, mis padres nos dieron permiso para retirarnos. Any y yo subimos a mi habitación, donde finalmente pude dejar escapar un suspiro de alivio.

—Lo hiciste bien, Brad —dijo Any, sentándose en mi cama—. Mantuviste la calma y tus padres parecen contentos. Pero, ¿qué pasa contigo? Te ves preocupado.

Me dejé caer en la silla junto al escritorio, frotándome las sienes. —Es Max. No es como pensé que sería. En la fiesta fue muy agradable, y ahora me siento mal por engañarlo. No parece ser tan malo como creí.

Any asintió, su expresión comprensiva. —Es un dilema difícil, Brad. Pero recuerda por qué estamos haciendo esto. Necesitamos que esto funcione por el bien de tu familia. Tal vez puedas encontrar una forma de no hacerle daño en el proceso.

Asentí, aunque no me sentía mucho mejor. —Sí, lo sé. Pero no es fácil.

Any se levantó y me dio una palmada en el hombro. —Lo sé, amigo. Pero eres fuerte. Puedes manejar esto. Y estaré aquí para ayudarte.

Con su delicadeza y amabilidad empezó a quitarme los accesorios que tenía en el cabello, incluyendo el cabello que tenía de más.

Le di una sonrisa agradecido. —Gracias, Any. Realmente lo aprecio, no sé que haría en estas situaciones sin ti, eres verdaderamente increíble.

Lo sé tontito. -bromeó y siguió ayudandime.- sabes si me hubieran dicho que estaría en esta situación no le hubiera creído a nadie, pero ha Sido divertido, estresante también pero ya es algo más que solo mi trabajo.

La miré un rato. -es verdad Any, no te afecta mucho en el trabajo? Quizá no tenemos tanto como antes pero puedo ayudarte, haz Sido de gran ayuda hasta ahora.- me avergonzaba pensar en que podía perjudicarla pero ella Volteó a verme.

Brad, lo hago con gusto. Es agradable estar aquí, eres genial y se que podría ser difícil para ti.- ella realmente es una excelente amiga.

Mientras me quitaba todo el vestuario y me ponía cómodo preparandome para acostarme, no podía dejar de pensar en Max y en la próxima vez que tendría que ponerme el disfraz de Bree. No quería seguir engañándolo, pero también sabía que no podía detenerme ahora. Me enfrentaba a una elección difícil, y no tenía idea de cómo resolverla sin lastimar a nadie.

Con esos pensamientos rondando en mi mente, finalmente me dejé llevar por el sueño, esperando encontrar una solución en algún rincón de mis sueños.

~I'm Bree~ - Bradley x Max.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora