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Ambos comenzaron a trabajar en el proyecto, Suguru había traído su laptop, así que cada uno trabajaba por su cuenta, dividieron los temas que debían escribir y comenzaron.

Pasaron aproximadamente 30 minutos y Satoru ya estaba desconcentrado, se puso a buscar estupideces en google mientras comía algunos dulces de los que había comprado.

— ¿Quieres? — ofreció a su compañero mientras lo observaba, le llamaba la atención su capacidad de concentrarse, aunque probablemente el era quien tenía problemas para ello.

— No, gracias — dijo el pelinegro mientras volteaba lentamente a ver a Satoru, pronto frunció el ceño al ver que el contrario se encontraba haciendo de todo, menos el trabajo.

— Se puede saber ¿Qué mierda estás haciendo?

Satoru sonrió inocente y contestó —Leo teorías conspirativas.

— Y este te parece el momento indicado para eso — Declaró Suguru con evidente fastidio en su rostro.

— Lo siento — Se limitó a contestar el peliblanco mientras volvía a su trabajo.

Suguru observó el puchero que se formó en los labios del contrario y le pareció increíblemente tierno, aunque no lo quiso admitir.

Pasaron dos horas trabajando, en ocasiones se preguntaban como iba el trabajo o que faltaba, pero nada más interesante. Al rato se escuchó que tocaron la puerta.

— Pase.

— Joven Satoru, quiere que le traiga algo ¿Un té tal vez?

Satoru asintió y agradeció a la empleada. Después miró a Suguru y habló:

— ¿Podemos tomar un descanso? — Dijo alargando sus palabras cual niño rogando

— Está bien, solo 30 minutos, quiero terminar el ensayo rápido.

El peliblanco sonrió enormemente y se levantó del piso (en donde estaban trabajando) y se tiró en su cama.

— Agh, Odio a Utahime — se quejó Gojo mientras Suguru a penas lo alcanzaba a ver desde el piso.

— ¿Por qué? — Agregó sin demasiado interés.

— Es una maldita, no enseña nada pero le encanta mandar trabajos. — Satoru pensó un momento y habló de nuevo — ¿Te puedo preguntar algo?

— ¿Qué?

— ¿Te gusta la escuela?

— Me da igual.

— Agh, yo la odio con todo mi ser.

— ¿Por qué es eso? — Dijo Suguru mientras se ponía de pie.

— ME ABURRE TANTO — declaró Gojo — La gente en esta escuela es tan falsa y tan chismosa, bueno, yo soy chismoso, pero no me meto con los demás.

— ¿Cómo que no? — Soltó Suguru, pero se arrepintió después.

— ¿A qué te refieres?

—Nada, olvídalo

Satoru se levantó rápidamente de la cama y se puso en frente de Suguru observándolo a los ojos, no tenía puestos sus lentes, dejando ver sus brillantes orbes celestes.

— Solo digo que no me has dejado tranquilo en estas semanas. — Dijo Geto restándole importancia.

— Es porque veo que no hablas con nadie.

— VOS TAMPOCO — Dijo el pelinegro ya molesto por la conversación.

— Si hablo con gente, solo que no son los del salón.

Cómo alejar a un fastidioso - satosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora