Capitulo 5 || La boda será dentro de ...

0 0 0
                                    

PETER

Después de la conversación que había tenido con Gin, me obligué a cumplir mi promesa de darle el tiempo que necesitaba. Si quería arreglar las cosas con Gin, tenia que darle su espacio, y dejar mis inseguridades a un lado. Esos últimos dos días que la había visto, Gin había estado distante, y parecía que la distancia entre los dos se había agrandado, y no sabía cómo podía reducirse.

Cuando fuimos novios, Gin me había enseñado la magia de poder ver el mundo con color, por más gris que fuese, ella había sido el color en una vida que pensaba que no le faltaba nada, pero cuando la tuve y ella me tuvo, cuando estuvimos juntos, el mundo adquirió un color distinto, un color mágico.

Por un tiempo incluso había llegado a considerar el hecho de que éramos un caos, una relación tóxica, pensé que tal vez estábamos llegando a la idolatría en nuestra relación. Pero después cuando nos separamos, y yo entendí que realmente quería volver con ella, supe que prefería ese caos, si eso nos mantendría juntos, porque éramos un caos que se complementaba y era feliz uno al lado del otro, un caos perfecto. También es cierto que cuándo las cosas comenzaron a ponerse feas, lo único que supimos hacer, fue separarnos, fue lo único que fuimos capaces de hacer. Pero el hecho de que nos hubiéramos alejado no hacía borrar todos los buenos momentos que habíamos vivido juntos y los muchos que nos faltaban. Nada quitaba el hecho de solo pensar que ella estaba lejos de mí, porque Gin había sabido cómo entrar en mi corazón y no salir más.

Esa mañana había salido a correr, mientras intentaba concentrarme en mis pasos para no tropezar. Hacia muchísimo tiempo que salía a correr, porque incluso ese acto me hacía querer recordar a Gin, y en esos últimos cuatro meses había luchado en no pensar en ella, pero era imposible. Me detuve, para recuperar el aliento, estaba haciendo mucho frío, a pesar de que ya casi terminaba el invierno. Cuando regresé a mi departamento comencé a alistarme, y aunque salía que tendría tiempo de sobra para ver algunos documentos antes de ir hasta la casa de Jay no iría a ningún lado si llegaba a la cena un hora tarde. Así que me relajé y dejé que el agua caliente relajara la tensión de mis músculos.

Jay y Phoebe me habían invitado a aquella cena de lo más imprevisto, pero aún así no pude negarme y ese sábado hice un hueco en mi agenda para asistir. Después de prepararme y revisar varios documentos. Tome las llaves del auto y conduje. Me llevo unos cuarentena minutos llegar hasta hampstead, la casa de los padres de Jay, estaba a unas cuantas calles cerca de la casa de mi familia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que fui a la casa Bassett desde antes de comenzar la universidad. Me di cuenta que habían algunos autos en la entrada, ninguno que conociera.

Sostuve la botella de vino y toqué tres veces a la puerta antes de que una chica con los ojos marrones la abriera. Gin se quedó de piedra al verme. Y una vez más nuestras miradas, muestras miradas se sostuvieron una a la otra, y fue como si solamente existisemos los dos, en ese lugar no habías dolor, ni sufrimiento, solo ella y yo.

Gin era preciosa, y no pude evitar mirarla de arriba a abajo, y humedecer mis labios. Ese día ella no llevaba ni una pizca de maquillaje en el rostro, el cabello corto que apenas le rozaba los hombros con algunos mechones rebeldes que le enmarcaban en el rostro. Llevaba un vestido de color naranja claro con mucho vuelo hasta un poco más arriba de las rodillas y con magas hasta los codos, siempre usaba mangas. Pero sus zapatos con tan solo mirarlos eran una trampa mortal para cualquiera que los mirase, eran unos lindos Louboutin negros que hacían que sus pies se vieran hermosos, y yo sabía lo mucho que ella amaba esos zapatos.

No fue hasta que Gin carraspeó que deje de mirarla.

-No sabía que vendrias -murmuro mirándome fijamente.

Cuando quise responder, Phoebe apareció detrás de Gin con una enorme sonrisa al verme. Me dio un fuerte abrazo, con su usual alegría, y me hizo entrar.

Acendrado || #2 Destinados|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora