Capitulo 3 || ¿No te das cuenta que esa no eres tú?

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PETER

Llevaba cuatro meses sin verla, sin saber de ella, sin hablar con ella. Y verla irse hizo que algo se removiera, porque simplemente verla, fue como un huracán interno que estaba arrasando con la poca calma que me quedaba.

Esa mañana había recibido una llamada muy extraña de la abuela, y me había hecho preguntas muy raras y fueras de lugar, y en cuanto me di cuenta, ya estaba conduciendo hacia allá. Pero nunca imaginé que la causa de sus extraña actitud, fuese porqué Gin estaba en la cuidad y se estaba quedando en mi casa de la infancia.

Desde de ver cómo se marchaba, regrese a la casa.

-¿Que fue todo eso?- Me preguntó mamá, mirándome de una forma que jamás había visto. Vi algo parecido, quizás, a la decepción.

Me encogi de hombros.

-¿Que fue lo que pasó entre ustedes? Pensaba que habían terminado en buenos términos.

-Amy creo que la pregunta correcta, es ¿Por qué terminaron?- Dijo la abuela llevándose la taza de té a los labios, esas dos mujeres eran muy cotillas, y juntas eran casi peor. Mamá y la abuela sabían perfectamente que Gin y yo habíamos sido novios por más de seis meses, ellas fueron las primeras en saberlo.

Suspiré.

-No es algo de lo que quiera hablar.- Me dejé caer en el sofá.

-Pues deberías de comenzar a hablar.
La abuela me miró fijamente, claro que no era un tema que iba a dejar pasar, bajo la taza de té y la sostuvo en sus rodillas.

-Peter, sabes perfectamente que Gin es una chica que ha pasado por mucho, y no sería bueno que tú fueras una de sus tantas preocupaciones.- Dijo la abuela mirándome fijamente, estaba más seria de lo que la había visto en toda mi vida.

- Todas las mujeres merecemos lo mejor, merecemos a alguien que quiera bajarnos la luna, o al menos que busqué mil maneras de intentar hacerlo.

-Y lo sé.- Murmuré confundido, nervioso y dolido. Yo nunca había querido hacerle daño a Gin, siempre fue todo lo que quería evitar.

La abuela se puso de pie, y me miro con una pequeña sonrisa.

-Si de verdad amas a Gin, buscarás la forma de volver a su vida. No sé qué fue lo que pasó entre ustedes. Pero sí sé, por lo que ha pasado esa chica, y quiero que sea feliz. Se lo merece. Y si esa felicidad es contigo, es mejor que sepas aprovechar al máximo la oportunidad, porque mi hija no crío a mi nieto para ser un idiota- Añadió. Me dió una sonrisa adorable, antes de darme unas palmaditas en el hombro antes de caminar hacia la cocina.

Me quedé boquiabierto.

Después de un largo rato de estar con mamá y la abuela, me di cuenta que Gin no regresaría hasta que no me marchara. Y lo menos que quería, era que ella pasara la noche sola, y fuera de casa.

Mientras conducía hacia mi departamento, mi móvil comienzo a sonar en el manos libres.

Era Stuart el jefe de seguridad de la constructora.

-¿Que paso?- Pregunte al descolgar la llamada.

-Gin se está quedando en casa de tu familia.- Me dijo Stuart.

Suspiré, y casi sonreí.

-Ya lo sé, ahora estoy regresando de allí, y la vi.- Dije ignorando la punzada que sentía.

-Su galería va a dar una exposición mañana. Conseguí un pase, por si quieres ir, supongo que estará en tu escritorio mañana.- Me dijo, resultando un poco más eficiente que hacia tres días.

Acendrado || #2 Destinados|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora