Ellos tienen miedo. Miedo de que yo lo vuelva a hacer. Saben que soy capaz. Y eso es lo que les asusta. "No lo hagas más por favor". Ojalá fuera tan fácil. No saben que eso me incita más a hacerlo. Es como un juego de niños "peligroso". "No vuelvas a hacerte daño". Mamá cuando comprenderás. Tu hija es una bomba de relojería. No sabes. Ni cuando. Ni cómo. Ni donde. Lo hice. Lo hago. O. Lo haré. Me divierte verte sufrir. Es un juego tonto. "Te lo suplico no lo hagas". La miro pensando "ingenua". Sabe que lo haré. Sé que lo haré. No tengo motivos. Me hace gracia verla así. Es cruel?. No lo sé. Si ella supiera. Que disfruto haciéndome esto. "Estás loca" me llama. Puede que lo esté. Pero ella no puede controlarme. Y lo sabe. En este juego gano yo. Disfruto. Me gusta. Y siempre. Hay la posibilidad de poder matarme. Esa última idea suena tan abrumante que. Me gusta.

ESTÁS LEYENDO
Mi última huella
Puisi"Puedo amarme si nunca me quisieron?. No. Por qué no se que significa eso."